La “B” de APAC está que arde
Con el octavo capítulo de APAC en la mochila, es un buen momento para establecer conclusiones y balances, sobre el movimiento de los hombres que pugnan por insertarse en la clase mayor.
Cerca de ingresar en la recta final, sirve para encontrar una explicación de los protagonistas, de las marcas, y el perfil que muestra el ejercicio.
Si miramos la definición, los “moños” viajaron arriba, al igual que en varias “festivales” de la temporada, que ya son historia.
El laborioso Mauricio Finocchio con Hernán Grotti, marcaron la diferencia en el weekend vidalista, binomio aplicado y solidario, redondeando un trámite sin errores, y con gran astucia para manejar los tiempos de la contienda.
En orden de méritos, consistente y sólida la incursión de Delgado-Román, trabajando en función de un resultado, y con el claro objetivo de sumar, para seguir ascendiendo en la tabla de valores.
El tercer escalón del podio, tuvo un perfume muy particular, para la dupla Etchevarne-Donati, con un vehículo generoso, y rendidor. El Falcon entregó solidez y confiabilidad, exprimido al máximo cuando había que acelerar, y los metales respondieron a la exigencia. La tarea del presidente de APAC, fue determinante, destilando temperamento a la hora de las definiciones.
Menciones especiales para los trabajos de Celiberti-con Juan Cruz Lavié, Cristian Romero con Juan C. Lanestosa, un binomio silencioso, que aportó sangre caliente al cruento combate de la autovía, y la ratificación del buen momento de Fernando Acebal, compartiendo el Valiant con su hermano Pablo. El legendario vehículo, se ha mostrado franco y dócil en los últimos episodios, tendencia alcista que augura resultados importantes para el futuro.
Si miramos la plantilla de los diez, encontramos en el séptimo peldaño a Gastón Flores, posición algo lejana al de los precoces tramos del año, compartiendo el “400” con Diego Parrondo, si bien ambos aportaron temple y oficio, no encontraron la forma de levantar las acciones. “Fede” Barreiro con el “Gallego” Fernández se dieron el gusto de poner el “pentágono” en un lugar expectante, mientras el “Puni” Gómez con Pablo Buduba, y los Di Fonzo, le bajaron la cortina al grupo de los diez.
El menú que viene es delicioso, con varios invitados a la fiesta, certámen abierto y en llamas, alta temperatura en la punta, y tres episodios de alto voltaje en el horizonte. En treinta y cuatro puntos, “bailan” los cinco gladiadores del frente, Finocchio, Flores, Etchevarne, Celiberti y Delgado, algunos más pueden acercarse al show, aunque en juego, quedan ciento ocho y medio.
Un cierre a toda orquesta, y para alquilar balcones, sin tregua, ni margen para el error.