El regreso a las raíces

El piloto correntino, en relación a esa determinación, fue concreto. “El retorno al RV para mí es un gusto porque, más allá de haber sido campeón con ese equipo, me siento muy cómodo con todos sus integrantes, con Roberto Valle y con toda su familia, me siento en casa. Y deportivamente es un cambio positivo, es gente muy responsable y trabajadora, siento que voy a poder mejorar”, reconoció.

El corredor de 35 años legaba con un promisorio presente a la categoría grande luego de haber obtenido muy buenos resultados en la telonera más competitiva del automovilismo nacional, por eso, sus primeras actuaciones sorprendieron y, justamente, no por cómo se esperaban. “Considero que estoy adaptado a la categoría, no pude redondear un buen fin de semana en la última carrera por las prestaciones del auto. En 2013 probé en distintas oportunidades en el Sportteam y había conseguido buenos rendimientos en los entrenamientos. Ya me siento parte de la categoría grande e, incluso, conozco a muchos de los pilotos que antes corrían conmigo en el Series”, admite.

“Era momento de un cambio”. Esas fueron las palabras más sentidas, las mismas que sirven como motor y empuje ante las adversidades. Por ese motivo, el cambio de aire también renueva ilusiones. “Voy a tener un muy buen asesoramiento, pero se va a demorar una o dos carreras en encontrar la puesta a punto del auto para mi estilo de manejo. Al principio va a ser difícil, pero la aspiración es poder estar entre los primeros diez todas las carreras. Es un proceso y hay que ir creciendo sin un tope fijo, pero hay que avanzar con tranquilidad”, analiza, con esperanzas, Krujoski.