Se fue en un lugar mágico
21 años atrás se iba Osvaldo Morresi. Hombre decidido, aplicado y veloz. Espontáneo y accesible para cualquier nota, charla u opinión. Enamorado de su tierra y de su gente. El «Pato» fue un virtuoso defensor de Chevrolet, un piloto que amaba los desafíos. El ídolo de San Pedro pasó a ser recuerdo el 27 de Marzo de 1994, luego del trágico accidente en el circuito 19 de Noviembre de La Plata, cuando se disputaba la final del Turismo Carretera, en la capital de la provincia.
La fatídica vuelta 10, llegó con el despiste del «Moño» manejado por Morresi, el cual se descontroló sobre el camino «Costa Sud», previo a la chicana 5, e impactó contra un talud.
Allí perdía la vida el «Pato», mientras que su acompañante, Jorge Marceca, falleció a los dos días, tras haber permanecido internado en grave estado.
Aquellos taludes, o contenciones, verdaderas trampas para los pilotos, y el «Pato», ponía énfasis muchas veces en esos elementos, luego del accidente que le había costado la vida al “Toro” Roberto Mouras.
Diez años en la máxima categoría, con 157 carreras disputadas y ocho conquistas. Su primera jornada de gloria se producía el 4 de Mayo de 1986, en la 29na Vuelta de Tandil. Paradójicamente el circuito platense lo vió ganador en tres oportunidades, llevándose la victoria también el día de su vuelo eterno.
Intervino en las clásicas 24 Horas de Daytona, en los E.E.U.U. en 1993, en la recordada Misión Argentina Roberto Mouras, junto a varios pilotos nacionales.
Osvaldo Morresi, fue el último gladiador que entregó su vida en ese lugar mágico, que era la ruta.