Confuso semestre
Abstractos y raros han sido los primeros seis meses del 2016 de la actividad zonal. Las categorías de las dos federaciones no atraviesan una etapa de bonanza; a los problemas económicos, se le suman otros factores como los institucionales, y hasta los climáticos.
El panorama regional no es ajeno a la realidad del país y a lo que acontece en otros deportes. Desconcierto y poco criterio. No se avizora un horizonte concreto, el futuro es indefinible, llevará tiempo corregir y encontrar un rumbo firme. Primero deberán ordenarse las partes, deponer actitudes y sumar esfuerzos.
A ciertas categorías les costará más que a otras encaminarse, y transitar por un camino menos espinoso, es cierto que el terreno económico deja mal parados a los pilotos, clubes, y asociaciones.
Los costos de las categorías siguen en el candelero. Subirse a un auto con aspiraciones tiene un alto costo. El parate que vive el país puso contra las cuerdas a varios pilotos y la muestra cabal está en las últimas carreras, donde se han caído destacados corredores.
Pocos protagonistas recogen el guante y hacen autocrítica. Claro, también se llegó a esta situación porque siempre pagaron lo que les pidieron. “Los pilotos somos adictos a la velocidad y en el afán de ganar una décima se pagaron sobreprecios. Pero antes podíamos juntar la plata y hoy no porque la realidad del país es difícil y las categorías no son una isla”, definieron algunos protagonistas. Mientras tanto, varios actores hacen cuentas y analizan su futuro.