Hace 39 años se inauguraba el semipermanente

Un emblema para los tandilenses ha sido el circuito semipermanente, enclavado en un sitio alucinante de las sierras.

Un icono de la ciudad serrana, el circuito de 32,200 kms, teatro de memorables batallas del Turismo Carretera, que tuvo su bautismo el 11 de Diciembre de 1977.
Para muchos medios, el Nürburgring argentino (el teutón tenía algo más de 22 kms, cerca de las montañas Eifel), así fue denominado el inolvidable circuito serrano, donde la máxima lo recorrió en más de veinte ocasiones, diecisiete fueron las ediciones tandilenses, y cuatro le correspondieron a las Vueltas de Lobería (2) B. Juarez (I) y ACTC (I).
Cerca de quince años de notables entregas teceistas, definiciones electrizantes, y transitado por actores emblemáticos del automovilismo argentino, hasta el 8 de Marzo de 1992, cuando el trazado de las sierras pasó a ser remembranza.
Varios años demandó concluir la magna obra, los casi dieciseis kilómetros para cerrar el dibujo que completaban las rutas provinciales 74 y 30, con sectores imborrables como Montecristo, el descenso de Belén, Marchini, la curva del Lago, el T.A.C. o la zona de la Vivorita.
El recuerdo a directivos de aquella época, liderados por D. Pedro Blanco, Alberto A. Iribarne, y el Dr. Martín Zubeldía, junto a un notable grupo de dirigentes, que pusieron un esfuerzo improbo ante el gobierno provincial, para que el semipermanente sea realidad, hoy disfrutado y recorrido por todos los tandilenses y el gran caudal turístico que visita las sierras más antiguas del planeta.
Fue un día histórico para Tandil, y para el T.C. Dos series a seis vueltas, completando 386,400 kms. El «Chango» Fernandino y Juan María Traverso ganaron las series. Por suma de tiempos la victoria quedó para el ídolo ramallense, sextuple de la máxima, superando a Juan Carlos y Ricardo Iglesias, cuarto fueron los Hermanos Suarez, y quinto el hombre de Orense Alberto Beguerie. Completaron los top ten, Héctor «Laucha» Rios, Rommel Viglianco, el azuleño Luis Saint Germés, Carlos A. Nani, y «Nito» Lizeviche.

 

(Foto: Historias del TC)

 

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