Bebu Girolami comienza su primera temporada mundial
El argentino disputará este fin de semana en las calles de Marrakesh, la primera fecha del Campeonato Mundial de Turismo (WTCC), como piloto oficial Volvo Polestar Cyan Racing. La actividad en pista se concentra entre sábado y domingo, aunque han desarrollado eventos durante toda la semana.
Ha llegado el momento, ese que todo piloto sueña desde que decidió ser profesional: Correr en un Campeonato Mundial. Ese fue el objetivo de Bebu Girolami cuando decidió mostrarse en Europa sobre un Honda de un equipo particular en Slovaquia y Portugal, en 2015. Y fue el mismo que lo impulsó a dejar la comodidad del automovilismo argentino donde era el bicampeón consecutivo de Súper TC2000, e intentar insertarse en el difícil y competitivo Stock Car Brasileño en 2016. Todo perseguía un único fin.
Llegar al WTCC, correr para un equipo de fábrica en la Copa del Mundo de autos de Turismo. Y probablemente por eso el llamado llegó cuando menos lo esperaba. Fue un viernes que parecía lleno de frustraciones porque su auto no funcionaba bien en los entrenamientos en Cascavel. Y hoy, ocho meses después, está comenzando con las actividades oficiales previas al inicio de la temporada 2017, como piloto oficial Volvo Polestar Cyan Racing.
La pretemporada comenzó mucho antes del anuncio del 27 de febrero. Hubo muchos viajes y pruebas entre diciembre y enero, un trabajo silencioso de desarrollo y conocimiento del piloto y el equipo. Los resultados siempre fueron en un progreso notable. Radicado desde febrero en Gotemburgo, Suecia, la misma ciudad en la que está instalado el equipo, Girolami se dedicó el 100% de todo este tiempo, a prepararse física y técnicamente de la mejor forma. El desafío es grande. Salvo ese par de circuitos en los que corrió, y Motegi y Monza, donde corrió en 2016 y donde participó de las pruebas oficiales unas semanas atrás, todo es nuevo para él.
Este fin de semana en Marrakesh tiene una dualidad que descifrar para el argentino. Por un lado, una pista de alto riesgo a sufrir golpes, por su característica de callejero. Por el otro, su excelente desempeño en circuitos con esas características, similar al que se usa en Santa Fe, donde ganó tres veces.