Una cita especial, Tandil, Juárez y Lobería
Por Luis Orlando Sanchez.
A fines de 1985, el Club Alumni de Benito Juárez y el Club Atlético Independiente de Lobería, conjuntamente con el Tandil Auto Club organizaban la penúltima carrera del año, que tenía lugar en el Autódromo Municipal de la Ciudad de Buenos Aires, enclavado en el barrio de Villa Riachuelo.
En la Avenida España 716, sede del Tandil Auto Club. se formalizaron los encuentros previos, se elegía una comisión para encarar ese desafío y luego colaborar con el TAC, para la última carrera del calendario 1985, edición que se había pospuesto por mal tiempo para el 5 de Enero de 1986 en el circuito semipermanente, concluyendo el ejercicio de la temporada anterior.
Autoridades de la competencia
Autoridades de las tres entidades bonaerenses, compartieron el esfuerzo para la propuesta en el coliseo porteño. La comisión estaba conformada por el titular del Tandil Auto Club, Horacio Rubén Piccardi, como director, subdirector Eduardo Oscar Perco, presidente del Club Alumni de Benito Juarez, mientras el coordinador era, Juan Carlos Fernández Ballester, titular del Club Atlético Independiente de Lobería.
La comisión de finanzas, a cargo del escribano Esteban Speroni y Juan Alberto Passo por el TAC, Carlos Suárez y Cayetano Golía por Alumni, y Jorge Balbi con Jesús San Pedro, por la legendaria institución loberense.
La carrera disputada el 22 de Diciembre, llevaba el premio «Ciudades de Lobería y Benito Juárez» y los «25 años de Carburando».
La fiesta prometía
En este particular compromiso, se producía el debut del bicampeón del CAP, (Club Argentino de Pilotos) Ernesto «Tito» Bessone que participaba en el TC2000, y lo hacía sobre la máquina de Felipe Salgado , potenciado con «fierros» del «Polaco» José Miguel Herceg.
Originalmente el auto preparado en San Justo estaba destinado al retorno del «Flaco» Traverso , pero una suspensión impuesta por la CDA del A.C.A., determinó que el piloto de Ramallo no pudiera subirse a esa unidad, se llegó a pensar en Carlos Reutemann como reemplazante, pero finalmente optaron por darle la chance al joven piloto capitalino.
Otra de las alternativas para el desafío, era el retorno de Carlos Marincovich sobre la cupé de «Tito» Delconte , aunque el arrecifeño, no tuvo la mejor suerte en la fiesta porteña. Se sumaban, dos debutantes, uno ellos con apellido conocido, Jorge Urbano, hijo del recordado Rubén José Javier Roux, quien conducía la recordada «Negrita» de Monte Grande, su legado lo hacía con el Dodge que utilizó Johnny De Benedictis en la primera parte del campeonato, pero con nueva estética, pintada de negro , haciendo honor a la tradición familiar. También se presentaba el representante de Lomas de Zamora, Juan Carlos Jazma, a bordo de una Dodge.
Entretenida previa
Desde los entrenamientos del día viernes quedaba claro que Bessone se adaptaba muy rápidamente al auto quedándose con el mejor registro (1m.59s.57) , Satriano era el otro que lograba bajar la barrera de los dos minutos, luego Oscar Aventin, Roberto Mouras, el «Pato» Morresi, el «crédito» de Nicanor Olivera, Eduardo Marcos, Carlitos Saiz , el «Vasco» Oyhanart, Juan Carlos Nesprias y el «Pupi» Angeletti.
En las pruebas de clasificación Mouras, puso las cosas en su lugar, enhebrando la pole, pero Satriano y Bessone lo escoltaron con tiempos muy parejos, El trío exhibía gran potencial, y eran firmes candidatos para aspirar a la victoria.
Durante el fin de semana el TC estuvo acompañado de la Fórmula Renault y el Turismo Pista, ambas categorías corrieron sin puntos.
En los monopostos, triunfó el leonense Gustavo Mandrini, en el Turismo ganó el binomio Osvaldo Valenti con el campeón 1978 de Mar y Sierras, Oscar Alaux, con un Renault 18 en la clase 3. mientras en la clase menor, se imponía la dupla Ernesto Bessone-Ernesto «Tito» Bessone (hijo) con un Alfa Romeo.
Acción y definiciones
La definición de los «carreteros» tuvo 36 máquinas habilitadas, con Johnny De Benedictis que debía partir desde el fondo (primer suplente), en una jornada con escasa fortuna para el piloto de Necochea.
De acuerdo a los tiempos, la primera serie era mucho más rápida que la segunda y los siete primeros lugares de la final, estaban ocupados por pilotos clasificados en la misma, Satriano , ganador de la segunda, aparecía largando recién en el octavo casillero.
Cuando el semáforo se puso en verde, Bessone movía adelante colocándose Satriano como escolta luego de una firme y ambiciosa largada, los seguían Roberto Mouras, Oscar Castellano, Antonio Aventin y el «Vasco» Oyhanart.
Durante los primeros movimientos se notaba el intento de Mouras por avanzar en la fila ya que marcaba el récord de vuelta, sin embargo no podía con el «crédito» de Chivilcoy, algo que era aprovechado por Oyhanart y Tony Aventin para sumarse a la disputa, todo esto favorecía al puntero Bessone que transitaba por los radios ideales y se escapaba del resto.
El piloto de Moron iba a sufrir un ligero retraso y Mouras daba cuenta de Satriano, aunque ya no se preocupaba por apurar su ritmo ya que De Benedictis estaba «fuera de combate» y de esa forma un nuevo campeonato, quedaba en sus manos.
Faltando dos vueltas, al intentar superar a Satriano, Jorge Oyhanart producía un incidente al pasarse en la frenada de la chicana, rozando y generando el retraso del «obispo», asegurando Roberto Mouras el puesto de escolta, y «Tony» Aventin se subía a un podio muy festivo.
Gran demostración de manejo y adaptación de Bessone sobre un auto que había prometido buenos resultados desde que fue puesto en pista por el «Tero» Pontoriero , sin dudas que con esta victoria el piloto de Mataderos terminaba de consagrarse. En pocos días, «Tito» alcanzaba dos tributos de campanillas, venía de ganar por primera vez en TC 2000, aportando la primera victoria para el modelo Renault Fuego, y en el tramo final del año, obtenía algo no muy común en el TC , debutar ganando, distinción que solamente el «Cóndor de Traslasierra» Jorge Recalde había obtenido anteriormente.
En orden de méritos, quedaron en las horas previas a la nochebuena, cuarto Emilio Satriano, quinto Osvaldo Morresi, sexto «Pincho» Castellano, luego Eduardo Marcos, Gustavo Degliantoni, Mariano Calamante y el representante del (COC) Club Olavarriense de Competición, Eduardo Martinez.
Con esta definición, Roberto Mouras alcanzaba la tercera corona teceísta, antes del Premio Coronación 1985, en las sierras tandilenses, el día 5 de Enero de 1986.