Pechito alcanzó la ansiada gloria en Le Mans

López se consagró en la 89ª edición de las 24 Horas de Le Mans, con Toyota, Conway y Kobayashi. Es el segundo argentino en ganar la tradicional competencia, luego de José Froilán González.

Es un día histórico para el automovilismo argentino; es que en la icónica competencia francesa, parte del Campeonato Mundial de Resistencia (WEC), el cordobés José María López, con el Toyota Hybrid GR010 que comparte con el británico Mike Conway y el japonés Kamui Kobayashi, alcanzó la gloria tan esperada al subirse a lo más alto del podio en las 24 Horas de Le Mans.
Tras varias frustraciones, el trio que compone el cordobés junto con el nipón y el británico, pudieron corponar un trabajo de varios años junto con el Toyota Gazoo Racing, el indiscutible dominador de la serie. En tres oportunidades les había sido esquiva la victoria cuando parecía que era segura. Hoy todo quedó atrás y pudieron calzarse los laureles en el cuello.
La pole position fue el primer eslabón y el gran manejo de los tres, fue el segundo, ya que prácticamente realizaron un trabajo sin fallas, apoyados en un auto que esta vez no mancó en el camino y fue una herramienta casi perfecta.
La largada en Le Sarthe, fue con Conway al frente de los 61 autos, quien abrió el juego para establecer el primer tramo en la legendaria pista de 13.626 metros. El británico se afirmó en el liderazgo y demostró que buscaban seriamente la victoria. La pista fue complicándose con el correr de las horas, con la presencia de la lluvia, que haría estragos en algunos momentos críticos, especialmente en la clase LMP2, con consecuencias incluso para el argentino Franco Colapinto. Pero el auto N°7 pudo sortear todas las complicaciones.
El auto N°8 sufrió un toque cuando era manejado por Sebastian Buemi, hecho que lo retrasó considerablemente. En el frenaje de la chicana “Dunlop” recibió un toque del Glikenhouse Nº709 y metros más adelante, el suizo tuvo otro inconveniente al hacer un trompo, quedando 18º.
El piloto de Río Tercero realizó dos turnos al volante, sumando 7hs y 5 minutos; la primera fue cuando la noche adornaba al bello circuito galo, con poco menos de seis horas transcurridas tomando la posta de Kobayashi, liderando la competencia y manteniendo un buen ritmo de carrera para no pasar riesgos, ni siquiera en sus ingresos a boxes para reabastecimiento de combustible y cambio de neumáticos. El Toyota N°7 lideró prácticamente durante toda la carrera escoltado por su gemelo, el N°8 de Kazuki Nakajima, Buemi y Hartley.
Cuando ganaba con 36 segundos de diferencia durante la noche y cuando manejaba Kobayashi. Un susto alteró la tranquilidad de la noche dentro del equipo Toyota. En una de las curvas se quedó sin frenos y estuvo cerca de pegarle al paredón. Afortunadamente el japonés pudo frenar con lo justo y salvar el momento, aunque perdió tiempo al tener que ingresar a boxes para revisar la falla y fue relegado en la punta de la competencia.
Luego llegó el momento para el argentino, en su segundo turno, que tomó el auto con 5 segundos por detrás del auto número 8 y logró recortar esa distancia hasta retomar el mando y dejarle su butaca a Mike Conway para que continúe con el mandato, con la esperanza firme de lograr el esperado triunfo.
El cierre triunfal, el epilogo de una carrera para el recuerdo, quedó en manos de Kamui Kobayashi quien recorrió las últimas horas con poco más de una vuelta de ventaja sobre su compañero. En la última detención ambos autos ingresaron juntos a boxes y salieron en conjunto, haciendo un prolijo trabajo de equipo. Mientras tanto, en los boxes, Pechito no podía retener las lagrimas al ver consumado su sueño.
El Alpine A480, con Andre Negrao al volante, cruzó la meta detrás de los Toyota y de esta manera, Nicolás Lapierre, Negrao y Matthieu Maxiviere se subieron al tercer escalón del podio.
Es la cuarta victoria consecutiva de Toyota en Le Mans, que lidera el campeonato el auto N°7, con 120 puntos, seguido por el N°8 (111) y tercero es el Alpine (90).

Otro argentino cumplió una gran actuación
Con el Aurus 01-Gibson, Franco Colapinto compitió en la clase LMP2 y selló un destacado séptimo puesto en su claso con tan solo 18 años compartiendo el auto con el neerlandés Nyck De Vries y el ruso Roman Rusinov, quien fue el encargado de cruzar la bandera a cuadros al volante.
Habiendo largado desde el noveno puesto de la grilla con el auto Nº26 de la división LMP2, en lo que fue su presentación en esta prueba de endurance, Franco Colapinto tomó por primera vez el volante luego del turno de Nyck de Vries. Con tres horas transcurridas, debutando oficialmente en las «24 horas», el piloto de Pilar, de tan solo 18 años, tomó el lugar en el segundo puesto, pero rápidamente pasó a liderar en la división LMP2 con el coche de G-Drive Racing, superando al Oreca de Racing Team Nederland, que maneja Job Van Uiter.
Cuando marchaba cuarto y primero en su clase, un toque lo obligó a ingresar a boxes para reparar, perdiendo mucho tiempo y cayendo en el clasificador hasta el puesto 19°. Colapinto no pudo evitar que su auto N°26 del G-Drive impactara contra el N°1 del Richard Mille Racing que manejaba Sophia Flörsch, quien debió abandonar y ser atendida por los médicos, aunque sin lesiones de importancia.
Increíble final tuvo la clase LMP2. En la última vuelta llegó un momento dramatico para el líder de la carrera, que se quedó parado después de la curva Dunlop con el chino Ye al volante y debieron despedirse de una victoria que parecía segura. Robin Frijns con el Oreca 07 N°31 heredó su lugar.
La próxima será la quinta fecha del WEC, con la disputa de las 6 Horas de Bahrein, el próximo 30 de octubre.

 

(Fuente: Campeones)

 

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