Definiciones fragorosas de APAC en el Parque Silva
Un episodio con variedad y acción exhibió la potente categoría, detalles para rescatar en un combate que tuvo adrenalina, folklore y condimentos para disfrutar. Linda jornada climática en Rauch, trazado mejorado, tapizado por casi dos mil almas que le dieron marco al show de la potente especialidad. El Gran Premio MEGAGRO, mostró los dos grupos de APAC, con más de cuarenta máquinas.
En el contexto, tres finales con definiciones polémicas, toques, exclusiones y algunos accidentes sin consecuencias físicas. Casi 100 kilómetros de atractivos movimientos y adrenalina. Una pena, el cierre de los espectáculos casi de noche, «coqueteando» con el riesgo, pero es un detalle difícil de abolir para la FRAD Mar y Sierras.
El insaciable «Pollo»
A la hora de disfrutar a los expertos y en el desenlace final con los últimos rayos de luz de la jornada dominical, se dió un duelo implacable, sanguineo y con explosión entre Pablo Buduba y el «sextuple» Diego Castañino, que se definió en los últimos cuatro kilómetros cuando el otrora piloto del Mouras, acosado por el serrano, se descalzó en variante, cercana al Chapaleofú y el camino le quedó expedito al Beethoven II, para celebrar el quinto tributo en la capital del ave de raza y los 38 triunfos en su mochila. Méritos, convicción e historia en el condado.
Menciones especiales, para «Fede» Rodriguez Prieto, el «crédito» local con gran poder de recuperación, y festejando en su casa, si lo acompañan los rauchenses seguirá creciendo en el grupo fuerte. El podio, lo completó el joven «Pepito» Larroudé, los genes familiares se perciben cuando se propone alcanzar metas.
Auspicioso trabajo y para tener en cuenta al «Vasco» Zarrabeitía, debutando en la potente divisional, no le pesó dirimir terreno con avezados pilotos, gratificante muestra del subcampeón de la clase «B», con el Falcón que alista el equipo CD Competición.
Los chicos, Matías Castañino y «Manu» Macuso, junto a «Nacho» Della Maggiora y Juan Bridda aportaron actitud y protagonismo a la tercera «movida» del ejercicio, el de Villa Gesell con motores del Casanovas Motor Sport, viene redondeando balances saludables, no obstante un roce con Tomás Eracarret, le hizo perder algunas posiciones.
El campeón 2019, fue recargado por esa instancia, ubicándose detrás del hombre de la costa.
Larroudé en su casa
Como en las épocas gloriosas o en aquellos años de sueños e ilusiones, «Pepe» Larroudé volvió a exhibir fibra y un manejo sin fisuras en el emblemático Martin Fierro, francamente, el patio de su casa. El ex-TC, sabe del dominio de los tiempos, conocedor de las zonas claves, aquellas que para él parecen sencillas, haciendo cualquier operación en pista, con llamativa naturalidad.
Conquista soberbia de José Larroudé ante su familia, sus amigos, y su gente, en su corazón lleva grabado ese recuerdo inalterable de su progenitor, el laborioso Jorge Larroudé, quién pergeñó con su talento y dedicación ese 400, el tren «blue» que cada día funciona más y mejor, el «tractor» del zonal.
Loable trabajo de Gabriel Castejón, siempre tiene un plus el ex-motociclista y campeón de la «Promo», trabajando con aplomo y criterio cualquier definición, mientras el tercer habitante del podio, el «Mataco» López Islas mostró su capacidad en la linda tarde otoñal, la exclusión sabatina por un neumático sin marcar, lo limitó a largar de atrás. La historia, hubiera sido otra, partiendo en la posición de privilegio, era un firme candidato para volver a las épocas de gloria. Conoce el abc de la categoría y con la robusta Dodge, puede cambiar la historia de cualquier carrera.
En orden de méritos, y para remarcar la áspera disputa entre Ariel Durán y «Juani» Iribarne, los dos tandilenses se divirtieron de lo lindo en gran parte de la contienda, continúan en pleno avance y serán aspirantes ascendentes en las próximas citas. Christian Walter, su primo el «Colo» Walter, Matias Castelli (Della Maggiora), Julian Hansson (Eracarret) Federico González (Vargas) y «Panchito» Santos, con el 400 de Rodriguez Prieto, desplegaron ímpetu y convicción para la movida tarde-noche rauchense.
Ingredientes y acción
Veinticuatro máquinas desembarcó el siempre renovado grupo «B», número atractivo para estos tiempos, con los referentes, precoces aspirantes y jóvenes ex -kartistas, que están formalizando un verdadero mix, con ilusiones y objetivos.
Con temperatura y acción se ponía en marcha la final, con varios , roces, toques, y accidentes en la zona opuesta. Bandera roja y nueva partida. Tráfico denso en los dos mil metros, con golpes de escena y sin especulaciones.
Cierre de campanillas y celebraciones, alcanzaba su primer triunfo Octavio Callejo, escoltado por Julio García. Festival de su gente, pero la sorpresa fue en el tercer tiempo, cuando ambos fueron excluidos, luego del monitoreo técnico. El primero por anomalías en el múltiple de admisión y el piloto de Ford, en flauta de balancines. En consecuencia, la categoría, tenía un nuevo ganador, Marcelo Viera alcanzaba el objetivo, un sueño de hace muchos años. El piloto serrano, quien desarrolla un enorme esfuerzo para armar su Falcon, pudo subirse al lugar más alto del podio, en las ciudad que hace pocos día celebraba, el 150° aniversario.
En una propuesta intensa y con sangre caliente, destacamos la tarea de Daniel Camacho, quien largó desde el fondo y fue uno de los ambiciosos protagonistas de la clase «B» , sumando puntos jugosos para el torneo. Completó el podio, Marcos Dominguez, en una de sus mejores entregas. Saludable final para Jorge Marcelo Timo, quien partió desde boxes, alcanzando un meritorio cuarto lugar con la Chevy que alista en María Ignacia (Vela).
Gabriel Venancio, Guillermo Etchanchu con el Falcon ex-Rei Fernández, Sebastian Buduba, Atilio Luque y Maxi Alvarez. con distintas pretensiones, se insertaron dentro de los top ten.
(Foto de portada: Daniel Baretta)