El nuevo rey
En la sexta vuelta, el auto de Mauro Giallombardo comenzó a incendiarse, el nacido en Bernal frenó sobre la recta principal, se tiró de su Mondeo y fue trasladado al Políclínico San Lucas, de la ciudad de Río Cuarto. Sufrió quemaduras de primer grado en la cara, en las rodillas y en una de sus manos, pero no se vieron afectadas las vías respiratorias y se encuentra fuera de riesgo.
Por este motivo ingresó el único pace car de la carrera y, en el relanzamiento, Canapino pudo sobrepasar a Ardusso para quedar segundo -Altuna no largó por una falla eléctrica- e ir en búsqueda de Matías Rodríguez.
El sanisidrense le hizo una diferencia considerable al piloto del Midas Racing Team y decidió entrar para reponer combustible en la vuelta 25, un giro antes del ingreso del arrecifeño a boxes. En la salida, Rodríguez se ubicó tercero detrás de Girolami y Di Palma, y Canapino quedó octavo, aunque pudo, enseguida, sobrepasar a Ardusso y demostrar que quería retener el título.
Pero Canapino no pudo seguir avanzando y la brecha con Rodríguez fue estirándose cada vez más. Ponte, que no había tenido una buena clasificación no pudo redondear la actuación esperada y abandonó en la vuelta 53.
Girolami continuó con su estrategia de no ingresar a los boxes para reponer combustible y resistió el acercamiento de Josito Di Palma, que fue su peor amenaza en las últimas diez vueltas. Rodríguez también fue firme ante los atisbos de sobrepaso de Cotignola y llegó tercero a la bandera a cuadros para festejar un podio más, pero, principalmente, para alzarse con el campeonato y estirar la hegemonía del Sportteam.