Abriendo su propio camino
“El balance que hago es muy bueno porque pude andar adelante ya desde el primer día. Tomé mucha experiencia y voy a tratar de aprender de los errores de mi primera carrera para no volver a cometerlos”, señaló.
Quien manejó el Chevrolet número 87, admitió: “Me sorprendió andar adelante en los entrenamientos, realmente no pensé que iba a poder adaptarme tan rápido. El debut definitivamente superó mis expectativas, estaba nervioso y por eso apunté a hacer una carrera tranquila y limpia desde el principio”.
Con apenas 16 años, el futuro de Matías se presenta como promisorio, con buenos y esperanzadores augurios. “Con el paso de las vueltas me fui tranquilizando, tener en la radio a mi papá y a mi hermano me ayudó mucho. El Junior está muy competitivo, tener al lado a pilotos como el Gato Crusitta y Mariano Pernía, y haber estado peleando mano a mano con ellos me hace sentir muy bien”, concluyó.