«Estoy seguro de que no me retiro en mi mejor momento»
En una extensa entrevista, el campeón Marcos Ligato habló de todo y en especial de la decisión de dejar el rally, aunque adelantó que disputará algunas carreras más antes de decir adiós de manera definitiva.
-¿Es un adiós o un hasta luego?
-Ja. No, generalmente soy de cumplir con mi palabra y lo voy a hacer. La última fecha mía me encantaría que sea el Rally de la Argentina 2018. De existir la posibilidad de correr en un World Rally Car esa fecha, haría las dos primeras del Argentino y la primera del Sudamericano para mantenerme entrenado. Y ahí sí será el adiós definitivo. Después puedo llegar a hacer alguna fecha aislada, por ejemplo, me imagino corriendo la edición número 50 de la Vuelta de la Manzana en el 2019 o alguna en Córdoba; pero el calendario completo del Argentino, seguro que no.
-¿Cuándo surgió lo del retiro?
-Hace dos años empecé con la idea. En realidad siempre dije que iba a correr hasta los 40. El año pasado terminé la temporada y afirmé que el próximo sería el último. Por abril lo dudé un poco por pedido de mis hijos y de mi señora; pero se me complica cada vez más armar mis tiempos y ya no tengo 20 años, tuve algunos problemas de salud… No se puede hacer todo. Hoy tengo otras prioridades, principalmente mi familia y después el trabajo. En estos últimos años tuve la suerte de crecer con una empresa en Entre Ríos y le tengo que dedicar tiempo.
-Hoy ya tenés experiencia, un equipo consolidado, sin presiones porque venís de ser campeón los últimos cuatro años… ¿No era cuando más podías disfrutar del rally?
-Yo lo he disfrutado muchísimo; siempre. Muchos me dicen: `Te retirás en tu mejor momento´. Y no, yo estoy seguro de que no es mi mejor momento. He tenido otros en los que me he sentido mucho más rápido, más dedicado al rally. Para mí la prioridad es esa, es cuánto tiempo le puedo dedicar porque yo quiero hacerlo bien. Toda mi vida lo hice bien, lo mejor que pude, y en estos últimos años no lo hice de la forma que hubiese querido. Me ha salido bien, no me puedo quejar; pero sé que para que las cosas se den hay que hacerlas como corresponden. Cuando dicen que me retiro en mi mejor momento, yo pienso al revés, me retiro en el mejor momento. Creo que es el momento de retirarse.
-¿La temporada 2017 fue más difícil de lo pensado?
-Sí, se nos complicó. En dos carreras no sumé ni un punto, a diferencia del 2016 que llegué en todas. Tuvimos que hacer un cambio de dirección bastante fuerte después de la segunda fecha y que por suerte salió bien. Pero nos costó enderezar el barco y que el equipo no cayera en una situación más dificultosa de lo que fue. Afortunadamente apenas pudimos acomodar los motores, ganamos en la carrera siguiente y ahí volvimos a tener buenos resultados. Me equivoqué en la de Tucumán, pero en las otras estuvimos siempre adelante, ganamos cinco carreras de diez…
-Repasamos números: 143 carreras en el Argentino, 35 victorias, cinco títulos… ¿Imaginabas una campaña así o era algo que no se te cruzaba por la cabeza?
-Yo toda la vida pensé en grande. Todo lo que hice, lo hice lo mejor que pude. Cuando armé el equipo (Tango Rally Team), creo que en esos años 2005 y 2006, fueron mis mejores años deportivos. El ritmo que yo tenía en ese momento hoy no lo tengo. Me metí en eso y me complicó la parte deportiva, pero cuando logré hacer las dos cosas bien, tener un equipo sólido y dedicarle nuevamente tiempo a estar más concentrado en manejar, obtuve resultados.
-¿Qué sueño te faltó cumplir?
-Estar en un equipo oficial y correr el Mundial. Si me hubiesen dado la oportunidad de estar en uno y con los años suficientes para estar en el ritmo de un piloto a nivel mundial, hubiese andado bien.
-¿Qué faltó?
-Que se den las cosas… Argentina en eso no suma mucho porque cuando un equipo debe valorar los pro y los contra de los pilotos, se evalúa el mercado del país y eso no ayudó. Mi mejor momento fue en una situación difícil del país, porque cuando me fui a Europa lo hice tras la crisis del 2001. Posibilidades tuve. Estuve entre las opciones de varios equipos, pero terminaban decidiendo por un europeo. En el 2003 hice una prueba para Ford en Inglaterra y optaron por Roman Kresta, que consiguió un gran auspiciante de su país. Pero el más rápido en las pruebas había sido yo entre cinco pilotos. Con Subaru me pasó más o menos lo mismo y terminó entrando Hirvonen con el apoyo de la federación finlandesa. Estuve ahí y creo que eso fue muy bueno. Me di el gusto de correr el año pasado en un WRC y hacer un buen papel. Esa experiencia con el Citroën fue increíble, por eso es que me animo a tratar de repetirla.
-¿Cuál fue el rival más duro que te tocó enfrentar o que te dio más dolores de cabeza?
-Tengo que nombrar a dos, que son los que sentí como mis grandes rivales en toda mi carrera: Gabriel Pozzo, que es un gran piloto y amigo; y después Federico Villagra, que es un rival que nunca se entrega y que está siempre vigente.
-¿A quién ves como el referente del rally en el futuro?
-Es una pregunta difícil. Hoy creo que todavía no hay un piloto que se destaque. Muchos están andando muy bien, pero la edad no los acompaña. Cuando hablo de uno que se destaque debería ser un pibe de 25 años como máximo. No apareció nadie en estos años que uno pueda decir: ´Este tiene uña de guitarrero´. Después tengo muchos para nombrar, pero de los pilotos nuevos el que más se ha destacado es David (Nalbandian). Fue la revelación de estos años y no para de crecer. Cada vez anda más fuerte, se equivoca menos y es un piloto a tener muy en cuenta.
-¿Te sorprendió lo de David en este tiempo?
-Sí. No lo esperaba porque cuando él empezó y se quería sacar las ganas, era un burro. Lo que quería hacer, lo hacía mal… Pero siempre tuvo una gran pasión por esto. Y es un competidor nato, que se esfuerza por mejorar constantemente. Ha crecido muchísimo y tiene más para dar.
-Con Rubén García llevan 20 años juntos y se dice que la relación de piloto y navegante es como un matrimonio… Seguramente habrán tenido sus roces también…
-Llevarnos mal, nunca. Con él tenemos una relación que no es solamente de piloto/navegante, es de amigo, de familia… A Rubén le han tocado vivir momentos difíciles y yo valoro que nunca se la ha caído la sonrisa de la cara, es un tipo extremadamente positivo. Y esta gran amistad va a seguir, porque él continuará ligado al Tango y en actividad porque es lo que quiere. Hace poco nos mostraron un video y no paramos de llorar. Son muchos años y es difícil asumir un fin de etapa como este. Yo es como que me vengo preparando, pero los que están alrededor no entienden el por qué y tampoco me creen. Mi viejo me dice: “¿Qué necesitás para seguir corriendo?”. Pero no, no me hace falta nada, tengo todo. Lamentablemente hay cosas que van cambiando. Y el automovilismo tiene un gran porcentaje de cabeza; no es que sos una máquina y que te subís al auto y dejás los problemas a un lado. Distinto es cuando lo hacés como un hobbie, que vas a despejarte. Eso está bárbaro y quizás hasta yo lo podría hacer, pero no puedo haberlo hecho profesionalmente y pasar a hacerlo como un hobbie. Cuando corro quiero ganar.
-¿El automovilismo te dio más de lo que te quitó o viceversa?
-No, me dio muchísimo. Me dio grandes satisfacciones y no solamente en premios sino en lograr objetivos, conseguir armar un gran equipo. Amistades, relaciones… Me llevo muchísimo. Y principalmente tengo una familia alrededor del automovilismo. Sin la trayectoria que tuve en esto, muchas cosas no hubiese podido lograr.
-¿Qué significó el rally en Marcos Ligato?
-Gran parte de mi vida.