El año de «La Avarienta»
La temporada 2011 fue un inolvidable ejercicio para la categoría APAC, y los fans de Dodge. Federico Barreiro se consagraba campeón de la Clase B con la marca del pentágono. En el diálogo con Vértigo Motorsport, el piloto de Adolfo Gonzales Chaves recordó aquél campeonato con la Dodge celeste y gris, y señaló cual es su cuenta pendiente dentro de la categoría.
«Siempre me estoy acordando de esa época dorada en APAC» dice ‘Fede’. El monarca 2011 de la divisional menor, recuerda con nostalgia esos años de bonanza. «Hace pocos días se cumplieron diez años del debut como piloto titular en la categoría. Y el 8 de mayo hizo exactamente nueve años de nuestra primera victoria en APAC».
Federico Barreiro debutó como piloto titular en la convocante divisional de la Frad. Mar y Sierras, el fin de semana del 1 y 2 de mayo del año 2010, en el Parque Juan Silva de Rauch. Y su primer triunfo llegaría justo un año después en el circuito ‘Arbolito’: «Ganamos en Cnel. Vidal. Hicimos la pole y sacamos casi un segundo de diferencia. El domingo ganamos serie, prefinal y final. Fue una fiesta». Ese 8 de mayo de 2011, el chavense los ‘aplastaba’ en el circuito de la autovía 2, dejando sin aliento a Gusmeroli, Larocca, Ferreras, Palozzo y cía.
«El 2011 fue un año hermoso, pero arrancamos mal. La primera carrera no pudimos largar la final por un problema de frenos, y la segunda, en Tandil, fue el toque con Fabricio Mendizábal, carrera en la que fui excluido. Luego de eso ya no teníamos más ganas de correr. Pero bueno, fuimos a la tercera en ‘El Arbolito’ y nos quedamos con el triunfo. A partir de ahí, los resultados se empezaron a dar. Nos quedamos con la etapa regular, y luego con el campeonato.»
Barreiro tiene muy presente esa temporada: «Pudimos ganar muchas series y prefinales. Y sobre todo, finales. Nos quedamos con dos victorias en Cnel. Vidal, una en Rauch, una en Gonzales Chaves y otra en Tandil».
No sólo son los resultados y los números contundentes, la razón de la ‘añoranza’ del piloto de Chaves. «En ese momento todo era hermoso. Los sábados, los preparativos para las carreras. Además, en ese momento APAC era una categoría que tenía un montón de autos. Si mal no recuerdo, cuando corrimos la carrera especial con invitados en Vidal hubo 47 autos sólo en la B. Una época que quedó marcada, y es lo que uno extraña. Por si faltara poco, éramos jóvenes -se ríe- y nos divertíamos mucho».
El primer contacto de Barreiro con la categoría APAC, había sido algunos años antes de la mano del legendario volante de Cnel. Vidal, León Oscar Urquiza. «Yo había debutado unos años antes con el viejo León, en una carrera de invitados. Impresionante los pilotos que había. Recuerdo la cantidad de gente, los especiales de Vértigo del sábado a la noche. Una competencia que la tengo siempre presente. Y eso que no pudimos terminar bien. Venía tercero en la final y se me rompió una llanta».
Mucho más que un auto de carrera
Claramente, «La Avarienta» dejó una huella en la historia del automovilismo regional. Esa Dodge, construida por Sarmiento, fue comprada por Gustavo Richter, piloteada por el propio ‘Mosquito’ y también por Christian Miguel Romero. Luego fue adquirida por Alfredo ‘Pichi’ Venancio, y manejada hasta por el mismísimo Leonel Pernía en una carrera de invitados en Tandil. Después, la compraría el recordado Juan Gatti, que produjo buenos trabajos parciales en la categoría APAC. Y más tarde sería volanteada también, por el ex-piloto de la Monomarca, Adrián Marcelo Miguel, homenajeando al querido Gatti.
Posteriormente, llegaría el turno de Federico Barreiro. El actual piloto de las Mayores del Sudeste, contó su historia con el vehículo. «Mi viejo quería comprar un Ford Falcon, pero yo quería la Dodge. Entonces, me apuré. Conseguí un trailer, fui a la estación de servicio y le dije que me iba a comprar un auto de carrera a Tandil. Me dio sólo la mitad del dinero, pero yo no dije nada, porque sabía que en la camioneta tenía una chequera. Así que fuimos a lo de Gatti, compramos la Dodge, y nos aparecimos en Chaves al otro día. Una locura» recuerda, y agregó: «En el viaje de vuelta veníamos pensando hasta en el nombre que le íbamos a poner, y mi primo dijo ‘la Avarienta’ y fue así que le quedó ese nombre».
El piloto de la Capital del Vuelo a Vela, contó que tiene «una relación espectacular con la familia Gatti» (los anteriores dueños del auto). «Recuerdo haberles llevado un cuadro luego que ganamos la primer carrera, ellos estaban felices».
Hoy por hoy, ‘La Avarienta’ sigue en Adolfo Gonzales Chaves, pero en el taller de la Flia. Ciancaglini.
Una cuenta pendiente
Federico nunca pudo competir como titular en la Clase mayor: «Correr en la A como titular es la gran cuenta pendiente. Cuando salimos campeones de la B nos quedamos sin presupuesto para ir a la mayor. Al otro año intentamos ir al TC Pista Mouras y al TSC después, pero no se nos dio, y por aspirar un poco más, nos quedamos sin la posibilidad de correr en la A. Alguna carrerita con la Dodge habríamos podido hacer». El joven Barreiro tiene un afecto especial por APAC: «Ojalá que levante. Creo que las decisiones que ha tomado la dirigencia están muy bien. Lo he hablado con César (Donati) y con Edgardo (Fernández), y hay cosas, como el cambio en el tema frenos, que es excelente».
El chavense, de buena temporada 2019 en Mar y Sierras B, aguarda con ansiedad la vuelta a la actividad. «Este año tenía como veinte carreras en el calendario, entre Mar y Sierras B, lo de TC del Sudeste y las carreras como invitado en APAC, con Marcos Zarrabeitía. Ahora habrá que esperar».
(Fotos: Mariano Leunda)