El implacable “Tigre”
Le costó tiempo y esfuerzo a Germán Orsi llegar al primer día de gloria. En Lobería disfrutó y se emocionó con esa caricia de la vida.
Tanto él, su padre y el perseverante grupo que lo acompaña, disfrutaron ese triunfo, y hasta les costó darse cuenta, que el primer objetivo estaba cumplido.
Cuando desaparece la presión, o esa pesada mochila de la primera conquista queda de lado, en el automovilismo o en otros cometidos, los nuevos logros parecen llegar sin la ansiedad de ir a buscarlos.
En Coronel Vidal, Orsi sabía que tenía una herramienta poderosa y contundente.
La sociedad, Casanovas-Callejo, puso en pista un auto robusto, generoso y firme, y el de Napaleofú, hizo el resto o el trabajo demostrativo, exponiendo aplomo y convicción, para manejar los tiempos de la definición.
Es cierto que no le fue fácil en la primera mitad, porque Laucirica fue un digno y peligroso rival hasta el recambio del caucho, y a su turno Diego Castañino, de sólida tarea, con un auto más firme que en carreras anteriores, trató de incomodarlo, haciendo el último esfuerzo en las dos vueltas finales para plantearle alguna presión, pero llegó hasta las ocho o nueve décimas, y a otra cosa.
El podio en Vidal, tuvo además a otros dos aspirantes con aquilatado oficio, Diego Castañino y Fabio Pedersen, haciendo ambos una tarea sin errores, y cada uno atendió su juego.
Monitoreamos del cuarto para atrás, donde pasaron muchas cosas, y alternativas con temperatura.
En ese contexto León Urquiza, recuperó terreno y pudo acceder al cuarto lugar, quinto fue Fabián Ruiz de Azúa, complicado el sábado y muy feliz el domingo, sexto el silencioso Adrián Junco, sin estridencias el balcarceño va encontrando el camino, séptimo en firme trabajo el debutante Carlos “Bochin” Blanc, más atrás Padula, Albin y Reinaldo Fernández.
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