Con la pasión de siempre
Laborioso, inteligente y siempre activo, como en aquellas épocas del motociclismo y de la Fórmula 4 y 2, cuando metía mano en las máquinas que Carlitos después pulverizaba records, y hacía estragos en las pistas del país, o acompañando y trabajando en el Monomarca con Oscar, su otro hijo.
Con sus joviales ochenta y nueve años, Juan Jarque sigue poniendo su conocimiento y oficio en el karting de su nieto Maxi, sufre como en los años que compartía las carreras con sus hijos, y aún más. Siempre cerca de los fierros, y de los carburadores.
En Ayacucho, no podía con su genio, y metía mano en la máquina de su otro gran afecto, junto a Gustavo Barragán y a Sergio Leunda, para dejar al vehículo competitivo, y con posibilidades de dar batalla.
Para quienes lo conocemos de hace algunas décadas, no es novedad lo que hace, pero es un placer seguir compartiendo y ver en acción a una persona que destila pasión y afecto por sus ideales. En el vemos reflejado la figura del gran campeón de los monopostos, que Tandil, pudo disfrutar en la década del setenta.
Juan es un ejemplo de vida, y un enamorado de sus afectos.