Socios para el desafío
Para lograr un ambicioso objetivo, se unieron varias partes, un piloto con motivaciones y sed de conquistas, un auto generoso y robusto, un grupo logístico homogéneo, y dos motoristas con oficio, y ansias de evolucionar, como Martín Casanovas y Sergio Callejo, artífices del cometido, una sociedad con vocación para cristalizar el proyecto.
El heredero del recordado Guillermo Casanovas, laborioso y apasionado motorista de históricos pilotos, tomó la posta de aquel legado, con el compromiso de hacer ganador a su compinche, de La Violeta y Napaleofú. Con las enseñanzas y consejos de su progenitor, fue abriéndose camino en este difícil mundo de los motores, y paso a paso fue encontrando resultados, buscando alternativas diferentes, para ser protagonistas en la exigente y competitiva especialidad.
Casanovas, junto al “Tigre” Orsi, apoyado en la confianza de la peña que respalda al monarca de APAC, fue cumpliendo premisas, iniciando una etapa de trabajo, conociendo las alegrías, y sinsabores de los autos de competición. Los resultados pronto llegaron, y el campeonato, fue el corolario de una tarea sin pausas, destilando un talento muy particular, al que le adosó inteligencia y convicción.
Sergio Callejo, el otro “soporte” de esta maquinaria, chasista perseverante y obsesivo, con gran vocación para recopilar datos, y establecer cambios en los chasis de los autos, fue pieza clave en el andamiaje del “team” campeón. El constructor serrano, experimentado en grandes batallas, conocedor del paño, resultó aliado ideal de Casanovas, para interpretar la música del impulsor, y transferir los HP en toda su dimensión, cuando había que definir los pleitos.
Ambos profesionales, conformaron una estructura invulnerable, con una particular interpretación del trabajo que requería el campeonato, armonizando todos los componentes, logrando un rendimiento y una efectividad difícil de equiparar.