Hermanos en la vida, rivales en la pista
El semillero de talentos, emblemática especialidad, siempre nos tiene reservadas algunas sorpresas, novedades, y por que no, curiosidades adentro y fuera de las pistas.
En la clase Cajeros, Gastón y Sebastián Fernández, en cada combate de la categoría, son actores que pelean en cualquier territorio cada posición, destilando actitud, poniendo garra y sangre caliente, teniendo como hecho relevante, la motorización del propio padre Oscar.
Los dos pilotos, hermanos de sangre, compañeros de trabajo, son rivales en la pista y en cada batalla, poniendo el último resto, para llegar al objetivo, buscando ese sueño que unos pocos pueden acceder.
Una sensación muy particular, un sentimiento diferente, junto al entusiasta progenitor, los tres comparten juntos, alegrías y sinsabores, en los circuitos, y muchas horas del día, en el habitat laboral.
Una familia que acelera desde el hogar, que aguarda los domingos para vivir con toda intensidad la fiesta de la cantera, con sus amigos, y todo el grupo incondicional, disfrutando esa pasión, que contagia el semillero de talentos.