Club de Leones distinguió a Juan Manuel Fangio II
El 10 de octubre de 1992, en el autódromo de Delmar, en los Estados Unidos, Juan Manuel Fangio II se consagró campeón de la categoría IMSA, a bordo de un Toyota del equipo de Dan Gurney. Además, en esa temporada el balcarceño fue nombrado como piloto del año entre todas las categorías americanas, incluyendo Nascar e Indy. Juan Manuel II (19 de setiembre de 1956), había debutado como profesional en la categoría en 1985. Era una divisional de sport prototipos, organizado por la International Motor Sports Association, que operó entre los años 1971 y 1998. Las fechas se disputaban en circuitos mixtos de Estados Unidos, Canadá y México. En 1999 fue sustituida por la American Le Mans Series.
Este pasado miércoles, en horas del mediodía, fue reconocido por su trayectoria y por aquel Campeonato que logró exactamente 20 años atrás. Los gestores de la idea fueron los Leones de la noble institución local, que vio atinado el homenaje para el sobrino del piloto más grande todos los tiempos. “Juanmanuelito” desplegó su humildad y simpleza, saludando a cada uno de los presentes en este homenaje. Fue objeto de notas por varios medios locales y de fotografías, para las que posó gustoso. Personalidades del tipo del piloto de TC Néstor Girolami, el preparador Tulio Crespi, Mariano Alberto Calamante y el ex piloto de Fórmula 2, Eduardo Crovetto, fueron algunos de los amigos que se arrimaron al fogón del “Chinito”.
“Estoy muy contento, de encontrarme con amigos. Es muy lindo cuando esto sucede en tu pueblo. Es algo que te queda para toda la vida. Me queda el recuerdo de haber dado todo en algo que siempre fue una pasión para mí, con la satisfacción de que la entrega fue total. Esto me ha permitido ver puertas abiertas por el mundo, se abren a uno cuando se ve pasión por lo que hacés. Primero en mí país, después en Europa y Norteamérica”, dijo en parte de su charla, la cual daba para quedarse, ya que el clima del mediodía balcarceño era gobernado por una agradable brisa primaveral, que daba “para quedarse un rato más”. Acto seguido, se descubrió la baldosa que lo destaca en la vereda del Museo Fangio.
“Lo más importante que te queda después de pasar 20 años de una actividad en la que dejaste todo, es la unión con la gente que acompañó, es la familia que uno arma fuera de la propia familia”, había manifestado en la previa. Los directivos del Museo más la cúpula del Club de Leones, desarrollaron un acto abierto a la comuna, que se acercó a acompañar a otro de sus grandes ídolos. “Hoy día veo al automovilismo de aquellos países como algo muy interesante, mucho más competitivo que en otros años. A nivel nacional también ha crecido, a punto tal que hoy da gusto ver una carrera por TV: Es lo mismo para el que mira y para el que maneja”. En la foto final, posó con su familia y amigos, con chapa de ídolo.