Recibido por una multitud
Una multitud de autos venían cortejando el autobomba con el joven piloto olavarriense, pero nadie esperaba que una caravana de alrededor de siete cuadras lo estuvieran esperando para brindarle a su paso todo su apoyo y cariño.
El desfile fue a paso de hombre. Nico, exhibiendo orgulloso la Copa de Plata obtenida en el “Oscar y Juan Gálvez” porteño, debió bajarse en cuatro oportunidades de la autobomba para festejar cara a cara con su gente, que lo esperó con banderas, pirotecnia a granel y el canto constante de “dale campeón”.
Con la habitual sencillez y humildad que lo caracteriza, saludó en forma casi personalizada a toda la gente que se arrimó para saludarlo, darle un beso o sacarse una foto.
La molesta llovizna de la noche del domingo olavarriense de repente cesó. Así, el clima también se asoció a la fiesta de Pezzucchi, que definitivamente se recibió de ídolo del deporte local, pasando a ser el “Nico de la gente”.
Visiblemente emocionado, el campeón manifestó que “no se puede explicar con palabras todo esto. Hace más de una hora que estamos acá festejando y saltando con toda la gente. La verdad es que estoy muy contento y agradecido a toda la gente que está acá. No me esperaba todo esto, para nada. La verdad es que me superó todo ampliamente. No me lo esperaba nunca”.
La caravana, que superaba largamente las 1.000 personas, siguió por Pringles y dobló por Necochea hasta llegar al Museo “Hermanos Emiliozzi”. Allí lo esperaba el director de Deportes, Gabriel Rosatto, y el presidente del AMCO, César Benigni, quien descorchó una botella de champán para festejar con Nico como en un podio.
También hubo una sorpresa, ya que la mítica galera de los hermanos Dante y Torcuato Emiliozzi estaba estacionada en la vereda y Nicolás aprovechó para subirse y hacer unas buenas aceleradas para hacer sonar ese ruido de motor hermoso que cautiva a todos los tuercas.
“Realmente creo que todas estas cosas me tocan el alma, sin lugar a dudas. Todo lo que sufrimos valió la pena. Hay que fijarse solamente todo lo que es esto. Hace mucho tiempo que la gente de Olavarría no estaba tan contenta. Por eso digo que el campeonato es de toda la gente de Olavarría, que siempre estuvo conmigo”.
A paso de hombre siguió su marcha el coche de Bomberos, con toda la gente saludando desde los balcones de la calle Necochea, y tras doblar en Rivadavia, la caravana terminó su recorrido en el Palacio Municipal San Martín, donde la gente volvió a rendirle su tributo al deportista de nuestra ciudad.
“No sé si ahora soy profeta en mi tierra. Automovilísticamente siempre me ha ido mal acá, pero siempre dimos todo lo que tuvimos en Olavarría para representar de la mejor manera a toda la gente. La verdad es que ya me olvidé de la carrera. Lo importante era festejar con toda esta gente y lo logramos. Por eso le dedico este campeonato a todo el equipo que trabajó muchísimo, a todos los auspiciantes y muy especialmente a toda la gente que siempre estuvo conmigo y que está festejando ahora acá”, afirmó el nuevo ídolo del automovilismo local en una tierra que tiene como emblema a los inolvidables Dante y Torcuato Emiliozzi, nada menos.