Lluvia de alegría

En un comienzo más que prometedor, Bebu Girolami lideró la carrera hasta su ingreso a boxes, en la décima tercera vuelta, cuando un problema en la caja lo dejó afuera de competencia, cediéndole la punta a Agustín Canapino.

Tres giros después, cuando todos habían realizado los cambios de neumáticos, el listado indicaba que el Schick Racing, una vez más, había hecho el mejor tiempo en los boxes con el cambio de Gustavo Micheloud, con 37;374.

A partir de la ausencia de Girolami, el líder fue Canapino durante cuatro giros, hasta que una lluvia muy fuerte comenzó a tomar protagonismo en el circuito internacional de Termas. Rafa Morgenstern aprovechó el cambio repentino del clima para apoderarse del primer puesto y, a partir de allí, la temática tomó rumbos inesperados y propinó maniobras de alto vuelo.

Tres giros seguidos en los que la lucha entre el obereño y el arrecifeño se tornó implacable. Mientras tanto, en la discusión por la tercera ubicación aparecieron Juan Cruz Álvarez, Marcelo Agrelo y Gustavo Tadei.

El nacido en Oberá se despistó por no poder controlar el auto, Canapino quedó primero. Álvarez, que avanzó diez puestos en comparación a la largada, cruzó segundo la bandera a cuadros y Rodríguez, que sobre el final fue uno de los mejores que controlaron el auto, finalizó tercero.

Canapino, ganador y flamante puntero, reconoció: “Fue una carrera con todos los condimentos, es muy especial ganar una competencia tan imprevisible como ésta”. Su colega, el arrecifeño Álvarez, agregó: “No imaginaba estar en este presente, con cuatro podios consecutivos. Tenemos a Agustín como referencia, ahora la meta está en alcanzarlo”.

Rodríguez, con su primer podio desde su regreso, concluyó: “Es bueno empezar a conocerme con el auto y poder acumular puntos. Falta encontrar regularidad para poder mantener este nivel”.