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Será dificil encontrar otro igual

El mágico trazado del Tandil Auto Club, inaugurado el 11 de Diciembre de 1977, cobijaba todas las alternativas posibles. 32,200 kms, de variantes, tendidos, curvones, pendientes, sectores escarpados, y abruptos descensos. El trazado serrano, fue denominado el Nurburgring argentino, en similitud con el circuito teutón, que tenía 22 kms de cuerda. El cautivante reducto de las sierras, fue rueda de auxilio, y banco de pruebas del Turismo Carretera en el tramo final de los 70, en la convocante década del 80, y en los albores del 90.

El primer ganador en el mítico lugar, tenía que ser un grande, fue Juan María Traverso, con el Falcon de la CCF, quien recorrió los 386,400 kms, en 2hs. 01m 30 seg. 8/100, a más de 190 kms de promedio. 

Una de las notables jornadas de automovilismo, se vivía en Tandil, con el retorno de la máxima luego de 10 años de ausencia, donde alrededor de cincuenta mil personas tapizaban el codiciado lugar. Diecisiete vueltas de Tandil, y cuatro carreras especiales, organizadas por el Club Independiente de Lobería en dos oportunidades, una la ACTC, y la restante el Club Alumni de B. Juarez, disfrutaron el emblemático escenario. 

Prestigiosos directivos y políticos, se pusieron al hombro el proyecto,  y en pocos años le dieron forma a la obra. A fines 1976, quedaba concluído el tramo La Porteña, hasta paraje El Gallo, trayecto que todos los tandilenses y turistas disfrutamos.

Los románticos y apasionados, no olvidarán las electrizantes epopeyas y épicas batallas. El alucinante semipermanente, siempre estará vigente en los enamorados de los fierros, perpetuado en sus memorias. Será difícil, encontrar otro igual.

 

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