Sin categoría

Él siempre gana

Los pilotos que participan en el Dakar piensan sobre todo en llegar a ver la línea de meta. Ese objetivo supone toda una hazaña para muchos, independientemente de la posición que se ocupe en la clasificación general. Por su parte, Stefan Schott es el maestro del cien por cien. En la categoría de coches, solamente hay dos pilotos que puedan presentar un índice de éxito máximo en la todas las ediciones del Dakar disputadas en Sudamérica: él y Giniel de Villiers, que a decir verdad supera sus resultados con una victoria y 5 podios en total durante el mismo periodo. En cualquier caso, el alemán representa un ejemplo casi perfecto del equilibrio entre regularidad y rapidez, siempre rubricando actuaciones prácticamente intachables: “Este año tuve que abandonar en el rally de Abu Dabi, pero era la primera vez que me ocurría desde 2005. Fue una salida de pista espectacular y llegamos a dar ocho vueltas de campana”. Situado una y otra vez en torno al 20.o puesto, el piloto de Mini ve limitadas sus veleidades de progresión por la función de aguador (o de suministrador de piezas en alguna ocasión) que suele asumir para los pilotos estrella del equipo. No obstante, también encuentra satisfacción en la ayuda que puede aportar a sus compañeros: “El año pasado, por ejemplo, tuve que pararme dos veces para ayudar a Orlando Terranova. Terminé 22.o a 9 horas de Nasser, y pensé que, con esa diferencia, hace unos años habría llegado a estar en el Top 10. De todas formas, esa es mi misión en el Dakar, así que, si un Mini gana, un pequeño porcentaje de esa victoria me pertenece también”.

 

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