Llovera apunta más alto
Para Albert Llovera no hay nada imposible. Parece un lema un poco ingenuo, pero el antiguo campeón de esquí habla con conocimiento de causa. Con 18 años, su fulgurante carrera como esquiador se vio cuartada de repente debido a una caída sufrida durante una prueba del Campeonato de Europa que le dejó parapléjico. Aunque quedaba atado a una silla de ruedas de por vida, Albert no tiró la toalla y rápidamente se buscó nuevos retos y otra disciplina para demostrar lo rápido que podía correr: el rally. Con la ayuda de fabricantes de coches y mecánicos que pusieron a su disposición herramientas adaptadas a su discapacidad, el piloto andorrano sumaba a su palmarés puestos de honor y luego títulos en diferentes campeonatos españoles. El siguiente desafío que se marcó fue afrontar el rally más exigente del mundo: el Dakar. El primer intento, en 2007, resultó frustrado. En 2014, se acercó mucho al objetivo y, finalmente, en 2015 lograba terminar la prueba en un buggy de dos ruedas motrices (41º). Con ganas de probar algo nuevo este año ha decidido auparse a la cabina de un Tatra para repetir la experiencia pero en camión: “Va a ser una aventura inédita, porque he recorrido muy pocos kilómetros en camión”, explica el novato de la categoría. “Voy a tener que buscar nuevas sensaciones y eso nunca es fácil. Sin embargo, como ando en silla de ruedas, lo más complicado sigue siendo la vida cotidiana en el vivac. Tardo más en hacer todo y claro eso significa que, al final, descanso menos que los demás”.