Jaunarena, la joven guardia
El tandilense manejó con autoridad la punta de la carrera, mostrando fibra y convicción para estampar un nuevo tributo.
En Lobería, las doce vueltas finales tuvieron un trámite diferente a las desarrolladas en El Pingüino de Gonzales Chaves. En el trazado del club Jorge Newbery, Jaunarena debió partir adelante, manejando con criterio los hilos de la competencia, controlando sin problemas, a hombres con mayor experiencia que transitaban detrás del 1.500.
Solo Matías Buntjer pudo intentar un tibio ataque sobre el ganador, que tenía todo bajo control, hasta el auto de seguridad le sirvió como medida, porque se juntaron los autos y en el relanzamiento el líder puso una vuelta “clasificando”, bajando el minuto 04, lo que definió el pleito.
Un camino firme transita el serrano, exhibiendo en cada carrera un manejo sobrio y una conducta criteriosa.