El relator ayacuchense

En esta oportunidad, haremos un recorrido por la vida de un verdadero personaje de la ciudad de Ayacucho. Locutor y periodista, supo relatar carreras de Turismo Carretera en los años ’60. Conocemos la trayectoria de Antonio Tusq.

Comenzó a trabajar de muy pequeño, y le pagaban centavos por trabajar en los mandados y quehaceres de una familia de la alta sociedad. Pero en aquel entonces él, se dio cuenta que su mamá tenía que contar con apoyo económico para atender a tantos hijos, y era en ese momento la que estaba a cargo de la familia, así era entonces lo que hoy se conoce como jefa de hogar.
Con el tiempo consiguió un trabajo mejor, y comenzó a darse cuenta que nada era fácil. Que construir su propia casa, su familia y participar de instituciones como el fogón “Gato y Mancha”, juntar juguetes para los que menos tienen, hacer caravanas para recorrer la ciudad distribuyendo regalos y juguetes, era lo que quería hacer.
Fue motor y líder de ese proyecto increíble y prácticamente irrealizable en la actualidad. Juntar vehículos y vehículos que en forma solidaria, hacían felices a los niños que menos tenían, los enfermos y los internados en el hospital. Todas eran donaciones que él y sus colaboradores reunían para fechas especiales, como las de reyes o fin de año.
Anécdotas y hazañas, miles… Como aquella que cuenta una y otra vez con una sonrisa…Ya había probado ser almacenero, cuando tuvo una despensa que esta ubicada en 25 de mayo donde hoy esta el local de motos de la familia Liuzzi, frente a Todo Filtro, en los años 1956-1957, pero los vaivenes de la economía y la virulenta inflación de ese tiempo, frustraron sus sueños de independizarse. Igualmente, en ese rubro finalmente encontraría su desarrollo, y también un trayectoria admirable.
Trabajo 38 años ininterrumpidamente para la familia Contino. Recuerdo de niño verlo sentado horas y horas en el living de su casa, donde actualizaba las listas de precios que al otro dia formaban parte de las ventas como mayorista, visitando cada comercio ofreciendo todos los productos de almacén, y una gran variedad de árticulos que eran novedad en esos tiempos.
Pero volviendo a sus logros, una vez lo desafiaron a transportar una bolsa de 70 kg de azúcar molida, desde frente a lo que hoy es “Don Pancho” hasta su casa actual, allí en Belgrano 1275 casi Av. Miguens. Salió entonces desde el comercio de Don Francisco Contino, ubicado en S. Peña casi Dindart, llevando la pesada carga a pie, sobre sus hombros.
El diario “La Verdad” tituló entonces “Hazaña de un trabajador”. Y todo surgió, según dicen los que saben, por una apuesta de dos compañeros de trabajo. La distancia de 5 cuadras parecería poco, pero semejante peso, no era para cualquiera. Pero su tenacidad y fuerza de voluntad, lo hizo quedar en el recuerdo. Su desafiante Hernán Nelli, todo el pueblo lo valorizó como algo muy difícil de lograr nuevamente.
En los años 60 junto a su hermano Pablo José Osmar Tusq, fallecido en 2010, formaron parte de las transmisiones de ciertos eventos deportivos de trascendencia a nivel nacional. Puntualmente en las competencias de Turismo de Carretera, donde el relata y su hermano hacia la voz comercial. Juan Manuel Bordeu, Orlando Sotro, Graciela Borges, y los más importantes del momento, pasaban por sus microfonos.
Estos dos corajudos del micrófono, entregaban su apasionado relato, con fluidas palabras y ocurrentes apreciaciones sobre el deporte motor, y todo ello mediante la empresa de publicidad “Rayo”. Las notas gráficas, muestran el excelente trabajo que realizaba la casa de fotografía de Ramos e Hijo, conocido con el tiempo como “Foto Estudio Norma”.
En la 15ta vuelta a la ciudad de Tandil, los hermanos Tusq tuvieron una muy destacada actuación, y estaban en su mejor momento. Se le acercó un señor muy bien vestido, de traje logicamente en esa época, y los tentó para ir a Buenos Aires para probarse en una radio a nivel nacional. Luego de meditarlo y hablarlo con sus familias, llegaron a la conclusión que debían seguir acá, las distancias, costos y ese otro mundo que era la ciudad “no era para ellos”.
En una ocasión Don Ernesto Jorge Presa, Director propietario de una empresa de publicidad de Tandil, hizo una destacada nota de la actuación de los hermanos Tusq, siendo Antonio relator deportivo y Pablo locutor comercial, donde colegas y medios nacionales, mostraron su admiración por el brillante desempeño, comparándolos con los mejores de la Argentina, como Radio Rivadavia.
Fue un encomiable hacedor del Fogón “Gato y Mancha”, junto al “Nene” Liuzzi y gran cantidad de vecinos. En épocas que no volverán jamás de nuestra querida Fiesta Nacional del Ternero y Día de la Yerra. En esos años, habían construido un molino por el que salía vino, y la carne se daba gratis a la gente que venía, y disfrutaba nuestro máximo evento.
Fue mozo, participando de eventos notables en tal función como cóckteles y almuerzos de la Fiesta del Ternero en los que llegó a atender las mesas de ex presidentes y gobernadores, y eventos privados como uno donde la Farmacia Orfila, concretaba un esperado encuentro social con invitados, incluso de diversas ciudades. Casamientos como los de las hermanas Guisande, y en los remates de la Sociedad Rural.
Como muestran las fotografías también fue futbolista, aunque en realidad en los famosos encuentros por el ”Día del Almacenero”, donde había fuertes confrontaciones entre distintas casas comerciales, lo que lo llevó a abrazar muy fuerte su sentimiento por el Centro Empleados de Comercio, y particularmente por la actual gestión del titular del gremio mercantil Osvaldo Zétola, quién muchas veces le dio una gran mano con sus problemas de salud.
En ese sentido hace más una década atrás su corazón se detuvo, como marcando su útimo día. Lo cierto que esto ocurrió en el propio consultorio del Dr. Cordova, quién inmediatamente y por ejercicios de reanimación lo volvió a esta vida. Marcapasos y tratamientos del corazón, más otros achaques quisieron mandarlo a boxes, pero como el dice; “Ya han pasado 88 abriles” y Antonito sigue…
Casado con Juana Albelo en 1959, llevan juntos 61 años. Producto de este matrimonio nacieron Susana, Angélica, Rosana y Marcos Antonio. Muchos nietos, le dan en la actualidad mucha vida a una casa, que supo cobijar hermanos, sobrinos, nietos y hasta su propia madre, la abuela Rosalía hasta el final de sus días.
Cuando era adolescente fuimos a varias carreras de TC de Carretera a Tandil, y en una oportunidad pudimos ingresar gratis, él mi papá, mis dos hermanos y yo. En un Ford Falcon, apurados porque se cerraba el ingreso a las 7-30 en “la Vasconia” donde pasaba el Semi-Permanente sobre ruta 226 y 74, llegamos al primer control. Y el ocurrente como siempre, les dijo a los controles alzando unos papeles en su mano “Acá están las entradas, acá están. Y en el 2do nos apuraron por la hora, y en el tercero nos dijeron; ”métanle muchachos”, así pasamos sin pagar una sola entrada…Nunca olvidaré las risas de ambos, era una travesura entre grandes y chicos, en tiempos de extrema formalidad y modelos estructurados de vida en sociedad.
En 2015 participó de un hermoso almuerzo denominado “Volver a vivir la década del 50 al 60”, concretamente el domingo 2 de Agosto, donde se le realizó un reconocimiento por el Nuevo Moto Club por su aporte al deporte motor, y con su sello distintivo de memoria y facilidad de palabra, pronunció un versos que tuvieron una enorme repercusión y un cerrado aplauso.
En tiempos de pocos referentes e ídolos. En una época de pandemia nunca vista antes. Con un guiño muy particular del presente y alarmas sobre como será lo que viene. Quisimos traer a la memoria, hacer un reconocimiento que tiene sin dudas ciertas connotaciones para quién escribe, y quizás por primera vez en 30 años de periodista no es objetivo, para nada. Es que es mi tío, hermano de mí papá al que extraño cada día más, y como si fuera poco mi padrino.
Una persona que vivió para su trabajo, un ejemplo, un verdero personaje…O como dijimos entre risas hace unos días “El periodista sin título”…Un momento que no olvidaré en su casa, pocos días atrás. Amistoso, sociable, ocurrente, gran padre, excelente abuelo…Pobre Juana, 61 años diciéndole “Si viejo, como no viejo, si vos decís viejo”…Y de pronto pasó el tiempo, pasaron los años, y con sus achaques, con sus fastidios y broncas, ahí está Antonio…Alguien de bajo perfil, humilde, que dejó por su pueblo horas y horas en distintas instituciones, pero hoy duerme tranquilo, con una sonrisa y contento, porque seguró más no pudo haber dado.

 

(Textos: Pablo Tusq)

 

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