Hace 57 años, «Pocho» Facchini perdía la vida en la Vuelta de Tandil

En la decimosegunda Vuelta de Tandil, clásico desafío de los carreteros, caía uno de los veloces actores de la época, Juan Oscar Facchini. En esa jornada, el Tandil Auto Club celebraba el convocante acontecimiento en el marco de las Bodas de Plata (13.05.39) que tenía lugar en el cautivante circuito “Vuelta a la Carretera”, denominado Alberto Carlos Logulo, en homenaje a quien ganó en forma consecutiva, tres competencias en Tandil en la década del 50.

El reducto de las sierras tenía todas las variantes para el manejo y el espectáculo. Un difícil compromiso, con rectas veloces, curvas cerradas, trepadas, descensos vertiginosos y un complicado tramo urbano con amplias avenidas y algunos badenes. Un escollo comprometido para los aspirantes más encumbrados.
Juan Oscar Facchini, y su acompañante José“Mingo” Solis habían encontrado el rumbo, “aceitando” muy bien la estructura técnica y humana como para aspirar logros importantes. Ilusiones y sueños que se iban cumpliendo.
Otra vez el protagonismo en el trazado serrano y el duelo por la punta con los «Gringos» Emiliozzi. La contundencia del Chevrolet era notoria, nadie dudaba de otro halago en las sierras más antiguas del planeta. Quien iba a pensar aquel domingo 15 de Noviembre, que el destino marcaría ese final, cuando tenía tantos sueños por cumplir. El destino estaba marcado, la muerte sorprendía al querido “Pocho “ en una zona sinuosa y rápida del paraje «La Porteña» y la escuela Agrotécnica Ramón Santamarina, volcando la máquina, golpeando en su descontrolado viaje con un vehículo estacionado, cayendo para siempre una de las esperanzas marplatenses, y herido de gravedad su compañero y amigo José “Mingo” Solis.
Se iba un hombre con fuerte personalidad, que peló temple en las urgencias y les ganó a los mejores. En silencio partía hacia el más allá, Juan Oscar Facchini, uno de los exitosos gladiadores surgidos en la prolífica cantera teceista, aferrado siempre a ese espíritu aplomado, a su amor por la velocidad y a su pasión irresistible por el Turismo Carretera.

Historias inolvidables
Por esas cosas del destino, el marplatense había debutado el 26 de octubre de 1958 en la Vuelta de Tandil con el Ford Nº 31, arribando sexto, el día que su coterráneo Alberto Logulo, lograba su tercera conquista al hilo en el trazado Vuelta a la Carretera. Junto a su hermano Pablo, se formaron en las filas del Turismo Carretera, como hombres de ir siempre a todo o nada.
En varias carreras de 1964, “Pocho” estuvo cerca de lograr el triunfo, pero fue recién el 11 de Octubre en Tres Arroyos, cuando pasaba a la selecta nomina de triunfadores. Una semana después alcanzaba la gloria en los pagos del «Caballero del Camino» Eusebio Marcilla, en la Vuelta de Junín.
Su nombre estaba en el candelero, luego de un ascenso meteórico, Facchini era el hombre del momento, aunque también se tuvo que conformar con un sexto lugar en las “Mil Millas” y llegaba entonces la clásica carrera de Tandil, cerca de su casa, de su Mar del Plata que lo tenia como ídolo.
En la jornada sabatina, en la antesala de la clásica competencia en las sierras, hasta se hizo tiempo una vez concluida la verificación y el sellado, para charlar con su amigo Rodolfo Christensen en la Estación de Servicio El Parque de Tandil, en la esquina de Chacabuco y Constitución, donde descansaba el “moño” que le preparaba Victor Saseta.

 

 

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