«La victoria se hizo esperar bastante, nunca bajamos los brazos, por eso la festejamos casi como un campeonato»

El piloto del AyP Competición, Facundo Chapur, ganó de manera inobjetable y se llevó todo en el fin de semana santiagueño: pole position, récord del circuito, serie y carrera final. Corta una racha adversa con el “GreenBull” #79 -su último triunfo en el TC Pista fue en julio del año pasado en Concordia- y se posiciona como firme candidato al título. Los pensamientos del piloto cordobés en el día posterior a Termas de Río Hondo.

Después de mucho esperar, de caer y levantarse, de reponerse una y otra vez, de no bajar los brazos, de saber que resiliencia no es un término abstracto del diccionario… finalmente llegó ese lunes donde el teléfono no para de sonar en la casa de Facundo Chapur. El aparato celular literalmente explota de mensajes y llamadas: todos quieren reportearlo, saludarlo, decirle que sabían que este momento finalmente llegaría. Desde distintos puntos del país y por distintos medios la gente quiere dejar su palabra de aliento al piloto del Torino #79 que el domingo pasado logró la ansiada victoria en el circuito internacional de Termas de Río Hondo.
“Metralleta” no rompe la rutina y, concentrado, le dedica unas horas al cuidado del cuerpo: es una buena forma de bajar tanta tensión acumulada: “Cuido mucho mi físico, en este nivel de competición no podés dar ninguna ventaja y -aunque me acosté más tarde el domingo, tenía muchas entrevistas para hacer el lunes y estaba cansado-, arranqué con la rutina que teníamos indicada y trabajamos mucho en el gimnasio. Hicimos de todo: tren superior, aeróbico, después tren inferior, coordinación, bicicleta y caminata. Tratamos de recuperarnos del gran esfuerzo del fin de semana”.

– Volviste a tener un lunes donde el teléfono marcó la agenda de la jornada…
Sí. Estuve casi todo el día con los requerimientos de la prensa, los llamados, los correos, zoom, WhatsApp … y es lógico. Obviamente son cuestiones propias del trabajo y parte de la vida de un piloto profesional y hay que asumirlas. Siempre intentamos atender a la mayoría… pero medio que ya me había olvidado ¡ja! En hora buena tener que asumir estos temas.
– ¿Fue tranquila la última vuelta en la carrera del domingo?
No. Si bien venía con la carrera controlada me esforcé al máximo hasta la bandera a cuadros, fueron varias decepciones que había que dejar atrás y no me quise adelantar a nada con ningún pensamiento. Hice el último giro con fe pensando en la línea final, pero tranquilo sin perder la concentración.
– Hubo -más allá del equipo- mucha gente feliz por tu triunfo, se sabía lo que trabajaste y costaba creer que un piloto con tres campeonatos nacionales no pudiera cortar con esa racha de resultados negativos…
Fue duro. No me había pasado nunca. Correr en distintas categorías a veces te da la posibilidad de revancha rápida, pero en este caso no se nos venían dando las cosas en varios frentes. Estuve casi un año sin ganar y no estaba acostumbrado. Por una u otra razón -en el TC Pista y en las otras categorías donde corro este año- nos costaba redondear buenas carreras. Si bien en estos meses logré hacer un podio en el TN fueron varias las oportunidades en las que -a veces por errores propios, a veces por causas ajenas- los resultados no se daban. Con el Torino venía sufriendo mucho esa adversidad porque el auto estaba con buen potencial y yo estaba bien… pero las cosas no salían.
– ¿Y puertas adentro del equipo cómo se vivió?
Todo el grupo de trabajo del AyP Competición se esforzó el doble y rescato esa gran actitud, esa unión: no perdimos nunca el norte, sabíamos que el trabajo estaba bien hecho y que se debía perseverar. Pero cuando las cosas no se dan se requiere de un esfuerzo extra para mantener las convicciones.
– En el podio te esperaban los responsables del AyP Competición que estaban muy conmovidos también…
Es que hay un sentimiento mutuo con todo el equipo y vivimos el automovilismo de una forma muy similar.
– ¿Hubo replanteos o inseguridades que aparecieron en este tiempo?
La verdad es que empezás a dudar de todo, te preguntás y repreguntás todo el tiempo dónde está la falla, qué cosas cambiar, revisás si estás haciendo algo mal. Hay que ser muy fuerte para sostener, para seguir trabajando… para esperar que de una buena vez se aliñen los planetas para uno. Desde las últimas carreras del año pasado que en TC Pista no teníamos los resultados esperados. Estuve casi un año sin ganar, en este campeonato nos paramos en muchas carreras., La temporada venía complicada. En Toay pensamos que se nos daba… pero tampoco pudo ser. Uno está tranquilo cuando el auto responde, pero también se impacienta cuando todo ese esfuerzo no se traduce en resultados positivos. Tuve siempre una forma de trabajo que me dio buenos resultados y no iba a cambiarla justo ahora, sabía que era cuestión de tiempo y oportunidad y fue así nomás.
– ¿Cómo manejaste el aspecto anímico para que no te afectara?
En ese momento es cuando más necesitás estar tranquilo. Me recosté en el apoyo de la gente cercana, de mi novia, de la familia, los amigos. Los que están siempre con uno. Íntimamente vos sabés que son rachas negativas, que a todos le pasa… pero no sabés cuándo terminan. No son momentos fáciles para cualquier deportista cuando las cosas no resultan a pesar del esfuerzo, no te tratan bien… es cuestión de encontrarle la vuelta al desafío que implica superarlas y tener la capacidad de ver que esa situación te tiene que servir para entender otras cosas.
– ¿El “GreenBull” pegó un salto en Termas o es parte de una evolución que sólo necesitaba de un resultado?
Con el AyP Competición empezamos con un objetivo diferente a principios de año: resolvimos trabajar de una forma en la que, de entrada, nos iba a costar. En el inicio del campeonato sabíamos que no tendríamos todo el potencial, apostamos por una mirada más a largo plazo, pensando estratégicamente en el campeonato. Entendimos que era el camino para lograr mayor estabilidad a lo largo del año y poder pelear del campeonato con una base firme hasta la última carrera. Con paciencia y trabajo el auto mejoró carrera a carrera, evolucionó, fuimos entendiendo mejor este concepto y el rendimiento empezó a manifestarse. Por eso también la bronca por los resultados que se negaban: el Torino merecía estar más adelante. En La Pampa se mostró súper competitivo como para ganar y no es precisamente de los circuitos que más nos benefician en el calendario. En Termas de Río Hondo sabíamos que teníamos que andar bien y lo que hicimos fue confirmar ese potencial que, hasta ahí, no podíamos expresar en el resultado final.
– ¿Cambia la perspectiva del torneo: ahora se sale a atacar a fondo o es momento de administrar los puntos?
Si algo teníamos claro era que debíamos controlar la ansiedad que nos provocaba esta racha adversa. El no poder lograr los resultados esperados no nos podía nublar del objetivo planteado -que fue algo que por ahí nos pasó el año pasado-: la ambición de pelear el campeonato con una base sólida y hasta el final. Hacía falta este triunfo para bajar un poco la ansiedad y ahora pensar más en el campeonato. El tipo de torneo que propone el TC Pista -con Play Off y “Copa de Oro”- hace que los campeonatos sean de largo aliento y no se definen en la primera etapa. Obviamente sirve hacer una muy buena etapa regular, pero hay que estar preparado para llegar al 100% en la etapa de definición. Ahí no podés fallar.

 

 

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