Premio al sacrificio
La competencia de APAC en Rauch tuvo un ganador primerizo. Con la exclusión por técnica de Octavio Callejo y Julio García, en la Clase B, el laborioso Marcelo Viera ascendió en el clasificador y se quedó con su primera victoria en la categoría.
«Persevera y triunfarás», dice el refrán. Y ello quedó demostrado el pasado fin de semana en la ‘Capital del Ave de Raza’.
Tras una final vibrante, con varios golpes de escena, el joven Octavio Callejo veía primero la bandera a cuadros, siendo escoltado por Julio Ramón García y Marcelo Viera. Pero, en la técnica, se determinarían anomalías en los impulsores de los dos primeros, heredando la victoria el tandilense Viera.
El piloto de Ford, venía de hacer una brillante carrera en ‘La Cascada’ arribando cuarto en la carrera final. Si bien en principio, Marcelo no iba a ser de la partida en esa competencia, la posibilidad de formar binomio con Alberto Domínguez, motivó el serrano para llevar adelante el cometido. Y vaya que se entusiasmó.
Fue a Rauch con la idea de dar batalla, pero con el simple anhelo de cruzar la línea de meta con todas las vueltas. La recompensa fue mucho mayor, arribando a su primera victoria en APAC. Premio al sacrificio y al tesón, de un gran luchador de la especialidad.
Transcurridos los días, Viera dialogó con Vértigo Motorsport y expresó: «Estamos muy contentos. A nadie le gusta ganar así, pero bueno, disfrutamos igual con la familia y los amigos del triunfo».
Luego, el nuevo vencedor de la divisional, hizo un resumen de la carrera en el Parque Juan Silva. «La primera vuelta de la final fue accidentada. Luego de la roja, nos engrillaron, quedamos rodeado de ‘chivos’. Vivimos un momento de tensión ahí porque se levantó la temperatura. Me bajé del auto mal, y justo ahí, el comisario deportivo decide que podamos trabajar en los autos, entonces pudimos echarle agua. Luego del reinicio, fue una carrera tranquila, tratamos de girar parejos con los chicos y tratar de llegar, ese era mi objetivo. Promediando la carrera tuve un problema con la bomba de nafta, me empezó a fallar el auto, se paraba, y me pasaron algunas máquinas. A partir de ahí, me dediqué a girar. Con todos los accidentes y toques que hubo, esquivamos y pudimos arribar terceros. Estábamos re contentos con el podio, muy felices. Después en la técnica, con lo sucedido, ascendimos en el clasificador y ganamos. No es grato ganar así, pero vino de esa forma, y tratamos de disfrutar igual».
Será inolvidable para Marcelo Viera el pasado fin de semana en Rauch. Un domingo de película, para uno de los grandes baluartes de la categoría APAC, y para toda su familia, que lo acompañó en este nuevo desafío de la divisional.