Rendirse, jamás

Pasaron ya casi dos meses desde el sábado 5 de agosto. Aquel día (o mejor dicho tarde), en el autódromo de Mar del Plata, en la segunda final de la quinta fecha, Franco Ortiz Valle se quedó sin frenos y protagonizó un aparatoso vuelco con su «128» de la Monomarca Fiat. Por suerte, el marplatense no sufrió consecuencias físicas. Pero el auto quedó casi para el descarte.

Sin lugar a dudas, en el período transcurrido, piloto y equipo se aferraron al mínimo margen de salvataje. «Pienso que, con plata, tiempo y trabajo, el auto puede ser recuperado», llegó a decir, optimista, Ortiz Valle. Y a las imágenes actuales habrá que remitirse: con la coordinación de Fernando Iglesias (encargado del chasis), más el aporte de los hermanos Fanchi (proveedores del motor) y un grupo incondicional que incluye sponsors, amigos y familia, el objetivo se cumplió. ¡Vaya si se cumplió!
Cabe remarcar, Ortiz Valle es uno de los 10 pilotos que lograron ingresar al playoff («mini torneo» que definirá al campeón). El próximo fin de semana, en el autódromo de La Plata, comenzará con cuatro puntos (a 14 del líder Matías Vigneau) y el requisito de la victoria ya conseguido (ganó en la apertura del calendario). «Decir que estoy feliz es poco», sentenció el pibe. Ahora, irá por el gran sueño.

 

 

(Textos: Claudio Barrueco)

 

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