Sos la luz de sanación

Son emociones increíbles que nos marcan y nos mueven en el alucinante universo. Dios abre caminos, derriba barreras y multiplica lo poco en mucho. La vida es una muestra de hechos insoslayables, momentos y circunstancias, La dimensión real exhibe tantas vivencias para ver, analizar y soñar. En cada lugar, en cualquier camino encontramos algo que gratifica, que estimula el alma y nos toca con calor y suavidad el interior.

Cuando nació Lucas Tomasi, a sus papás, Alejandra y Mauricio, los movió muy fuerte la situación, mostraron entereza, amor y fortaleza para superar que el niño sufría un trastorno genético. Tuvieron fe y confiaron en Dios. La ansiedad no se apoderó de sus corazones, se enfocaron en lo que había llegado, alineando a las personas y oportunidades.
El grupo fue creciendo, viviendo con mucho amor cada momento. El tiempo fue transcurriendo, el conjunto de todo lo que existe hacía lo suyo, mientras Lucas crecía en un ambiente de energía, afecto y atención, compartiendo cada instante y disfrutando la vida.
Hace solo un mes, Lucas con 18 años de edad, al que le apasiona los autos y el vértigo, subía a un kart del semillero de talentos, comenzando a mirar la realidad de la vida, ver y percibir que podía, que lograba hacer lo que otros chicos como él, disfrutaban. Miraba la velocidad con amistad y alegría, lejos del miedo. Hace pocas horas, giraba casi 40 vueltas con un pre-escuela de la familia Castañino.
Decía su padre, «La visión desde lo conductivo es sorprendente, coordinando muy bien los pedales con el movimiento de las manos en cada curva, resolviendo situaciones con naturalidad, hasta cuando producía algún trompo. Cada vez giraba más rápido. Desde el momento que salio, manejó sin problemas».
Dios es tu proveedor Lucas, no te faltará nada, él te está preparando en silencio y tiene algo especial para ti. Disfrutá tu sueño. La escasez no es tu destino, sos creación y luz de sanación.Todo fluye en perfección.
La inclusión en la cantera de pilotos ha sido gratificante, es un mimo y una prueba contundente que se puede, para los chicos con trastornos similares.
Loable decisión del Tandil Auto Club por la oportunidad de dejarlo girar y demostrar que los límites miedos y prejuicios los tenemos los grandes, como destacaba su progenitor, «ellos pueden desenvolverse en lo que se propongan. Este camino recién empieza. Cuando el nació se nos venía el mundo abajo, pero después construimos una familia y lo que Lucas se propuso. Orgulloso de tenerlo arriba de un kart y demostrar que ellos pueden estar a la par de otros chicos».

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