Historia de amor
Hablar de Pedro Daniel Miraglia, es hablar de Leticia Gregorini. Su esposa, fan y acompañante incondicional. La titular de Miraglia Repuestos (MPD) dialogó con Vértigo Motorsport y compartió una infinidad de anécdotas con el legendario piloto serrano. Contó lo que significa el automovilismo en su vida, y su nuevo rol como «madrina deportiva» de Adrián Torres.
Las mujeres del automovilismo, madres, esposas y novias, forman parte del íntimo mundo de los pilotos, como soporte anímico y motivacional. Esta historia supera esa realidad. Leticia Gregorini compartió 24 años al lado del querido Daniel Miraglia, atravesando tristezas y angustias, pero sobre todo alegrías y momentos inolvidables. Con el recuerdo eterno del tandilense, Leticia continúa con su legado.
Gregorini le contó a Vértigo Motorsport su historia junto a Miraglia y las vivencias deparadas por tantos años de amor, compartiendo la pasión por el automovilismo.
Una pasión indisimulable
«Ese amor por el automovilismo, nació al conocerlo a Daniel y al enamorarme de él» aseguró. «Uno de los primeros viajes que hicimos juntos, como novios, fuimos a la ciudad Mar del Plata. Él tenía un Ford Sierra con el techo rebatible. Ese día, había una carrera, y ahí caí hasta donde llegaba el fanatismo por las competencias y los autos. Me hizo sacar la radio por esa abertura, para que agarre buena señal, y no perder un detalle de la carrera. Andabamos por Mar del Plata con el brazo levantado para que la radio este alta y poder escucharla. La gente nos miraba».
Juntos en las carreras
«Con Daniel solos, antes que nazca Flor, íbamos a todos lados. Fuimos al Rally en Córdoba, y a todas las carreras de Turismo Carretera que podíamos ir, Río Cuarto, Paraná, Buenos Aires, La Plata, Bolívar, Nueve de Julio, Olavarría… también a competencias de TC2000. La verdad es que lo nuestro fue creciendo, y ese amor por el automovilismo también».
Leticia y Daniel, comenzaron a caminar juntos luego de culminada la primera etapa de Miraglia como piloto. Este romántico del automovilismo, respetado y querido por sus pares, había sido un talentoso animador de épocas memorables del Turismo Mar y Sierras.
La familia crecía, la pasión también
«He ido embarazada a las carreras, inclusive con Florencia (la hija de ambos) siendo bebita, de siete u ocho meses» recuerda. «Al mes que nació Flor, estábamos cenando un sábado. Y de repente Daniel me dice: ‘¿Vamos a la carrera mañana?’ (no me acuerdo si era en Bolívar o Nueve de Julio). Y obviamente fue un si la respuesta. Así que lo único que hicimos fue preparar un poco de ropa y el bolsito de la nena, y nos fuimos. No tuvimos ninguna pereza en salir».
«Recuerdo haber estado en la tribuna de Buenos Aires con Florencia siendo muy chiquita. Ella se hizo tan fanática como nosotros. De hecho, se acostumbró mejor que nadie al ruido de los autos. Siempre íbamos a boxes. Flor a caballito de Daniel, era un clásico. Nos gustaba mucho recorrer. Es el día de hoy que sigo yendo a boxes, porque me gusta ver los autos de cerca».
El zonal, y un nuevo desafío
Tanto Daniel como Leticia, asistían a muchísimas competencias del automovilismo regional. «Íbamos a todos los zonales. Yo veía que Daniel, cada vez que íbamos a una carrera zonal se quedaba enamorado. Y en un momento se me ocurrió decirle ‘¿Por qué no alquilas un auto y te das el gusto?, aunque sea tres o cuatro carreras’. El me manifiesta ‘si, lo voy a pensar’. Un buen día, viene y me dice ‘te voy a contar algo pero no se si te va a gustar’. Y me extrañó porque siempre tuvimos muchas similitudes, rara vez no estábamos de acuerdo. ‘La buena es que compré un auto de carrera, y la mala es que nos quedamos sin vacaciones’. Automáticamente le contesté ‘qué me importa, las vacaciones van a ser los fines de semanas en que te toque correr’. En ese momento le dije que me lleve urgente a ver el auto, porque me moría de ansiedad».
Leticia recuerda aquella jornada, como si fuera hoy. «Era una tarde. Me lleva hasta la casa de Carlitos Omelaniuk, una gran persona que conocí aquél día, porque ahí tenía el auto. El coche estaba arriba del tráiler, y era tanta la alegría que me subí primero al tráiler y después al auto. Hermoso.»
Lo que no pudo ser
«Yo quise ser acompañante de él, porque me lo debía» cuenta. «Daniel era hincha de Mouras, y yo siempre fanática de Pernía. Una vez, en una carrera de Balcarce, tuve la oportunidad de ser acompañante del Tano, porque su copiloto había tenido un problema y no podía ir. Resulta ser que Daniel dijo que era ‘mucho riesgo’, y me quedé sin carrera».
Entre risas, Leticia señala: «Igual llegamos a un arreglo. Le dije ‘yo no corro, pero cada vez que Pernía suba al podio, vos me regalas una de las copas que ganaste como piloto. Y bueno, se dio por esa época que Vicente subió dos veces al podio, y Daniel me tuvo que regalar esos trofeos. Pasaron a ser míos.»
«Cuando Daniel volvió a correr, se corría con acompañante (inmediatamente la CDA bajó los copilotos por una serie de accidentes). Pero el dijo que no. Pensó que si le pasaba algo a él sólo era una cosa, pero si nos pasaba algo a los dos en el auto, era otra. ‘Qué pasa con Flor’. Le preocupaba eso.»
Disfrutando a pleno los fines de semana
En la nueva etapa de Pedro Daniel Miraglia como piloto, en la que se destacó su actuación en el TC 2000 del Atlántico (también compitió en APAC), Leticia estuvo permanentemente a su lado. «Siempre estuve acompañando, de abajo eso si. Pero con todas las pilas para que esa nueva etapa de piloto sea lo más placentera posible, y en familia. Siendo las fans número uno, tanto Flor como yo. Disfrutando mucho, y también sufriendo».
Apasionada de las carreras, Leticia vive con mucha intensidad el automovilismo. Y como toda fanática también lo sufre, y recuerda: «Una carrera de Dolores se rompió el motor, que por ese momento lo atendía la familia Fanchi, y fue tal la amargura que me había agarrado, que guardé esos pistones rotos muchos años. Los habré sacado no hace mucho tiempo».
«Así he vivido yo el automovilismo con Daniel. Desde preparar el bolso del piloto hasta manejarle el tema de la licencia; en las carreras era yo misma la que presentaba todos los papeles y firmaba para que él corra, hasta ese punto llegamos». Y agrega emocionada «Siempre hicimos un gran equipo.»
Aquél sábado de septiembre
El 15 de septiembre de 2012, cumpliendo con la previa del TC 2000 del Atlántico en el autódromo de Mar del Plata, Pedro Daniel Miraglia se iba imprevistamente.
Su esposa recuerda: «El fallecimiento de Daniel fue un gran golpe para todos nosotros, pero para él fue una partida feliz. Adentro de su auto, y contento por haber hecho el segundo tiempo en la clasificación. Haciendo lo que tanto amaba».
Luego del fallecimiento del tandilense, la familia del automovilismo le rindió varios tributos. «Me dieron la posibilidad de entregar los premios en una carrera en homenaje a Daniel en Mar del Plata. Los chicos me hicieron subir al podio, un momento inolvidable» cuenta Leticia, y agrega: «Pablo Briñon me regaló la copa que había ganado en la carrera que se corrió al domingo siguiente que falleció Daniel (obviamente, se había suspendido). El trofeo lo tengo en la oficina conmigo».
«En los últimos años el auto lo preparaban Sergio Torres y Mario Pérez. El auto sigue con nosotros. Sergio lo mantiene de una manera impecable, como si estuviera listo para correr». Leticia además rememora que pudo subir al podio con Miraglia, en lo que fue su último podio en el automovilismo deportivo.
Madrina deportiva
El campeón 2019 de la divisional Master 150 del Karting de APPK, Adrián Torres, es «ahijado deportivo» de Leticia. «A Adrián lo conozco de bebé, hijo de Sergio y María José, personas que quiero tantísimo. Es un divino y una persona formidable. Lo acompaño, como también lo hubiera hecho Daniel. Además es mi compañero de trabajo. Con Sergio -su padre-, Adrián y la familia de MPD, hacemos un equipo genial».
«Antes íbamos a las carreras de Karting, con Daniel y Flor, pero a mi nunca me interesaron mucho. Mirá que curioso, que ahora que está corriendo Adrián es otra pasión».
Leticia, hoy
«Yo trato de continuar muchas cosas de las que hacía Daniel, porque él se supo rodear de muy buena gente, atrajo muy buena gente, y todo ese cariño que él supo ganarse, muchas personas me lo transmiten a mi. Daniel era una persona increíble desde todo punto de vista, tanto en la faz humana como comercial».
«A mi me siguen gustando mucho las carreras, a pesar de que por un tiempo después que falleció Daniel no podía mirar las de Turismo Carretera. Flor pobrecita la tenía que mirar en su habitación, porque no las podía ni escuchar. Porque cuando corría el TC, parábamos todo acá en casa. No se hacía el almuerzo hasta que no se bajaba la bandera. Era compartir el mate y mirar sin perder detalle. Una vida hermosa, acompañada del automovilismo».
«Hoy continuamos con esa pasión. Siempre tratamos de apoyar a los pilotos. Nos gusta mucho la categoría APAC. Tengo mis preferidos tanto en la A como en la B, pero no los digo, porque quiero que a todos les vaya bien» comenta.
Abriendo el corazón y la intimidad, Leticia habla del gran legado de su historia de amor con Miraglia: «Flor es fanática como su padre. Hay carrera de hormigas y mira. Evidentemente Daniel ha dejado su extensión automovilística en Florencia, sin lugar a dudas».
Leticia da cuenta de grandes anécdotas para dar sustento a una historia de amor y pasión inigualable. Vivencias fascinantes enmarcadas en la familia y el deporte motor. «Así vivimos nosotros. 24 años estuve con Daniel, y fue maravilloso. Una persona que me dejo miles de enseñanzas, amor, y obviamente, la pasión por el automovilismo.»
Saludos a la familia un gran compañero de batallas se extraña mucho
muchas gracias !!! abrazos a la familia Gallo!!!
Hermosa nota, linda historia de una familia excelente y el recuerdo permanente a una gran persona como Daniel. Saludos a Leticia y Florencia
muchas gracias por el afecto . Un abrazo
Hermosa historia!!!
muchas gracias !!!
Tengo grandes recuerdos de Daniel fue mi patrón y luego amigo . Y tengo un cariño especial por Leticia . Dicen que detrás de un gran hombre hay una gran mujer y esta no fue la excepción. Es una gran y fuerte mujer
Muchas gracias MARQUITOS !!! un beso enorme para vos
Leticia, una gran fortaleza y persona admirable.