La “B” de APAC en llamas
Con el cierre del décimo capítulo de APAC, es momento de establecer un diagnóstico, sobre el movimiento de los hombres que le dieron marco y color, al show en el “reducto” de la autovía dos. Cerca de ingresar en el último eslabón, sirve para encontrar una explicación de los actores, de las marcas, y el perfil que muestra el ejercicio.
Si miramos la definición en el Arbolito, los “fores” no tuvieron escollos, enhebrando la totalidad del podio. El laborioso Santiago Etchevarne, fue gran protagonista del weekend vidalista, sobrio y aplicado, redondeando un trámite sin errores, y con gran astucia para manejar los tiempos de la contienda.
El Falcon entregó solidez, muy franco cuando había que acelerar, y los metales respondieron a la exigencia. En orden de méritos, consistente y práctica la incursión de Orlando Walter, trabajando en función de un resultado, y con el claro objetivo de sumar, para seguir ascendiendo en la tabla de valores. El tercer escalón del podio, tuvo un perfume muy particular, para Victor M. Gusmeroli, con un vehículo generoso, y rendidor.
Menciones especiales para los trabajos de Gastón Flores, uno de los potenciales aspirantes a la corona, manejando con la mente fija en el certámen. En silencio, y con sobriedad el “crédito” serrano está siempre en la pelea.
Meritoria tarea de Rodolfo Ferreras, como el despliegue eficaz de Cristian Romero, y la perseverancia de “Pancho” Di Fonzo. Juan Piccone, Santiago Albin y Mauricio Finocchio, cerraron la plantilla de los diez, el de General Pirán, va por más en Rauch.
El menú que viene es gratificante, hay varios invitados a la fiesta, un certámen en llamas, alta temperatura en la punta, y un episodio de alto voltaje se viene en el Parque Juan Silva. En diecinueve puntos, “bailan” cuatro gladiadores, Etchevarne, Flores, Finocchio y Delgado, en juego quedan cuarenta y seis y medio.
Un cierre a toda orquesta de la B, para alquilar balcones, sin márgen para especulaciones, ni lugar para segundas opciones.