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Revancha de campeón

Así son los regresos… Federico Lifschitz se alejó en algún momento del automovilismo y volvió con todo, como con las pilas recargadas para buscar ser protagonista. Este año lo logró en TRSeries, consiguiendo un resultado que pone su nombre escrito en la historia del automovilismo argentino. El campeón realizó el recorrido del “Cabalén” en 30;42,071.

No fue el mejor solamente en la competencia de Alta Gracia. Federico Lifschitz mantuvo un nivel altísimo a lo largo de todo el 2011. La primera victoria llegó en la tercera del año disputada en Oberá, Misiones. Luego se quedó con Termas, en donde corrieron en simultáneo los TRV6 y los TRSeries. Y hoy volvió a brillar nuevamente, quedándose con lo más alto del podio en la última del año.

Yendo a la carrera en Alta Gracia, en la primera curva ingresó el Auto de Seguridad, que neutralizó la competencia. En el relanzamiento, Lifschitz no dejó que nadie aproveche el momento y se quedó con el primer puesto. Uno de los que peleaba el campeonato como Gerardo Salaverría, tenía que ir por todo para intentar descontar los puntos necesarios para consagrarse por segunda vez consecutiva. En ese afán de ir por el resultado, sufrió un despiste junto a Diego Menéndez, del equipo FIAT. Como consecuencia de ello, Montenegro y Adrián Hang dejaron la competencia.

En el segundo relanzamiento, luego del ingreso del Auto de Seguridad, Lifschitz, Agrelo y Benamo continuaron en los tres primeros puestos. Por su parte, Germán Sirvent se encontraba en el cuarto puesto. Marcelo Agrelo hizo un tiempo de 30;43,107, mientras que  Benamo, de destacada temporada, concluyó en 30;43,513.

Entre las incidencias que dejó la carrera, Emanuel Alifraco fue excluido por maniobra peligrosa. Daniel Lestard fue recargado con 30 segundos por maniobra peligrosa en perjuicio  de Facundo Conta. Florencio Dadomo fue penalizado por maniobra peligrosa  en perjuicio de Facundo Conta. Marcos Di Palma fue recargado con 5 segundos por no respetar los límites de pista.

Con la carrera concluida, todo fue locura en el GT Racing. Gustavo Tadei, líder del equipo, se emocionó junto a los suyos esperando el abrazo con Federico Lifschitz, que se encontraba festejando adentro del auto por los 86 puntos obtenidos en la Etapa Final. Las lágrimas, la emoción y el podio mostraron todo lo que significa este título para el equipo y el propio Lifschitz. La familia acompañó bien de cerca al piloto, que saludo a cada uno de los que lo ayudaron a lograr este sueño. 

Nada podía ser mejor para Lifschitz. La victoria en la última del año, el título y  el festejo eterno con los suyos. El enorme trabajo a lo largo de la temporada dio sus frutos. Antes de llegar a Córdoba, eran seis los que iban por el título, pero el que se impuso fue uno; Federico Lifschitz.

 

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