El TC del futuro
El Turismo Carretera está frente a un paso importante en su historia. Es que en pocos meses los autos de la categoría estarán impulsados con motores multiválvulas de 440 caballos y contarán con estructuras fabricadas en serie. En la Asociación Corredores Turismo Carretera no lo toman como un paso drástico, sino como la evolución de un trabajo que ya se venía haciendo con el fin de tener más seguridad y costos controlados. Pero qué mejor que Alejandro Solga, responsable técnico de la entidad, hable sobre lo que se viene…
-¿Cómo será el TC del futuro?
-Tenemos dos proyectos: los motores multiválvulas y las estructuras en serie. En los impulsores ahora está trabajando Oreste Berta sobre la base de lo realizado por Jorge Pedersoli. Se trata de un motor multiválvula con la leva de ataque directo. Eso produce toda la cadena cinemática de botadores, varillas y balancín y genera una economía en su mantenimiento. La idea es tener 440 caballos a 8.700 revoluciones con las características actuales, como el sonido y el fuego que larga. Las estructuras se construirán bajo los planos de Ricardo Gliemmo y la supervisión de la ACTC. Será una célula de supervivencia igual para todas las marcas, pero con los parámetros de geometría de suspensión de cada modelo. Así también mantenemos la esencia de la categoría, que ahora será mucho más económica.
-¿Qué conclusiones sacan del trabajo de Pedersoli?
-Lo que hizo Jorge fue el diseño de las tapas de cilindro para cada motor. Llegó a diseñar lo que es la arquitectura, realizando una tarea enorme. Ahora Berta terminará ese trabajo definiendo algunos detalles que son importantes para la durabilidad y la confiabilidad del motor. Porque la idea es que esté sellado durante dos o tres carreras.
-¿En qué etapa está este desarrollo de Berta?
-En el motor Ford ya se hicieron todas las modificaciones que se consideraban necesarias, como el cárter, tubos de admisión y demás cosas. La idea es banquearlo en dos o tres semanas. Una vez que los elementos de este motor funcionen bien se pasarían a los Chevrolet y Cherokee. Cuando los impulsores están en funcionamiento, se los pondría en los autos para hacer pruebas evaluativas y comparativas.
-¿Después de estos ensayos se definirán cuando comenzarán a utilizarse en la categoría?
-El primer objetivo es hacerlos funcionar. Una vez que esté todo encaminado se verá en qué momento se implementan. Si hacemos un torneo presentación en 2013 con los principales pilotos de la categoría o si se espera a 2014.
-¿Con esta modificación en los motores se pederá la identidad de cada marca?
-No, para nada. Porque estamos seguro que si los autos del TC se hubiesen seguido fabricando, se utilizaría esta tecnología. Nuestro objetivo con este desarrollo es darles confiabilidad, bajar los costos y darles más potencia.
-A través de los cambios en los motores y la construcción en serie de las estructuras hay muchos preparadores que no están tan conformes. ¿Qué percepción tenés sobre este tema?
-Creo que todo cambio genera una resistencia. Lo mismo no pasó cuando estandarizamos los amortiguadores ya que todos los que preparaban este elemento pensaban que se iban a quedar sin trabajo y no fue así…
-¿Pensás que es un cambio drástico para la categoría?
-No, para nada. No es que pasaremos de un formato de auto a otro. Lo que haremos es mejorar la seguridad y abaratar costos. Se mantienen todos los parámetros del reglamento técnico tal cual está hoy. No es un cambio generacional. Aunque es verdad que con el motor habrá un salto de potencia y mucha confiabilidad. Es la evolución de lo que ya veníamos haciendo al unificar las cajas de velocidades, los encendidos electrónicos y los amortiguadores. Antes un piloto hacía diferencia en función a la tecnología que podía comprar, pero ahora todos comenzarán en igualdad de condiciones y después desequilibrará el trabajo de sus técnicos.