Ariel, te vemos muy bien

Sorprendente recuperación, y un ánimo excelente presenta Ariel Ordoqui, luego de haber sufrido un grave accidente en el Premio Coronación de APAC. En su hogar, vertigomotorsport.com compartió unos minutos con el secretario del Rauch Auto Moto Club.

Hace algunas horas compartimos un momento muy especial, y una amena charla con Ariel A. Ordoqui, el secretario del Rauch Auto Moto Club que sufrió un grave accidente en el Premio Coronación de APAC, el domingo 20 de Noviembre pasado, siendo atendido en las primeras horas por los facultativos del Hospital E. Diaz Vélez de Rauch, y luego derivado al Hospital Italiano de C.A.B.A., donde fue asistido por un grupo de especialistas que lograron recuperar al rauchense en menor tiempo de lo previsto.
Ariel tiene una gran fuerza interior y una energía envidiable. El ánimo es sorprendente, hasta emociona verlo con esa integridad. Ordoqui ama lo que hace. «El accidente fue una fatalidad», sostenía. Ávido por estar cuando antes en el ruedo, en el Parque Juan Silva, con sus pares, con los pilotos y con la numerosa «banda» de amigos. Ariel, hace fuerza para que retorne Chistian (Walter), un chico al que vió nacer y como él, son de la misma tierra. «El accidente pasó, hay que mirar para adelante. Son momentos y experiencias de la vida», enfatizaba. Ordoqui no ve la hora que APAC corra en el Martin Fierro, menciona a mucha gente, y agradece a ellos. A los médicos de su terruño, a la gente de Rauch, a la solidaridad de su pueblo, a los medios, a los pilotos y dirigentes de distintas categorías, facultativos y profesionales del Hospital Italiano, y de la Asociación Argentina de Volantes. «Vamos paso a paso haciendo la recuperación. El jueves tengo que estar en Buenos Aires, para hacerme controles, y un chequeo», le comentaba a vertigomotorspor.com.
El estado del rauchense continúa a paso firme, evolucionando, contenido por su grupo familiar como lo hicieron y mimaron en aquellas jornadas de verano. Hoy Ariel vive un tiempo diferente, la vida le ha mostrado otra cara, y le ha cambiado la rutina. Cuantas sensaciones han pasado por su corazón, pero ha sabido templar el espíritu. Dios y el destino le dieron una enseñanza única, ahora se permitirá vivir con otros objetivos, y nuevas metas. «Gracias a Dios por la vida que me das, gracias familia por todo su amor, gracias amigos por existir. Gracias a todos los que sin ser familia, han sido una bendición en mi camino», la gratitud y reconocimiento de Ariel Ordoqui.

 

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