Una gran oportunidad para el zonal

La pandemia del COVID-19 ha golpeado severamente (y lo sigue haciendo) a la sociedad mundial. En ese contexto, los deportes en general, y por ende el automovilismo, sufrieron la parálisis de sus actividades. Recién, hace poco más de un mes, algunas categorías de escala mundial, pudieron iniciar (o reiniciar) sus certámenes. Claro que, sin público y con protocolos estrictos. Ya nada es igual…

En nuestro país, el automovilismo lleva un tercio del año sin actividad. Semanas atrás, en algunos lugares del país, se pudieron reanudar pruebas y ensayos para alegría de los pilotos, pero la posibilidad de realizar competencias parece algo lejano.
Es cierto que, algunas divisionales del automovilismo nacional, trabajan en nuevas reglamentaciones y protocolos, para estar preparados cuando llegue el momento. La situación sanitaria será la que marque la fecha de regreso. El TopRace parece picar en punta en ese cometido, mientras que el TC fortalece sus vínculos institucionales con el Gobierno Nacional, en busca del OK para la vuelta.
En este sentido, la situación de los deportes mecánicos a nivel regional pareciera ser bastante más complicada. Es improbable pensar en competencias sin público para el automovilismo zonal. Los clubes solventan sus gastos con la venta de entradas, y claro está, las categorías no podrían hacerse cargo de semejantes erogaciones.
Pero, en contrapartida con esta agobiante y difícil situación, aparece una luz de esperanza en el horizonte. El enunciado que marca «la crisis como una oportunidad», que generalmente falla desde una óptica integral en un mundo capitalista (ya que la oportunidad para uno, es la caída para muchos), podría ajustarse sí, a estos tiempos del automovilismo zonal.
La imposibilidad de competir, puso un ‘stop’ no sólo en la actividad de pilotos y equipos, sino también en los sacrificios económicos que muchos entusiastas del automovilismo vernáculo, realizan para llegar a cada competencia. «Los pilotos se sacaron el auto de encima» manifestó un reconocido dirigente semanas atrás, y tiene mucha razón.
Varios dirán que en ese ‘stop’ también hay un golpe durísimo al bolsillo de cada familia. Y es cierto. Por ende, la recuperación de los ingresos y de la actividad económica, será fundamental a la hora de planificar el regreso de las categorías a los escenarios. Pero ese parate, igual está marcando una oportunidad, y se ve.
Pocos imaginaron que en el medio de la pandemia, tras una cuarentena prolongada y una crisis que genera incertidumbre, el movimiento en los talleres y el entusiasmo en la familia del zonal, sea tan importante. Las redes sociales «estallan» con las fotos de los protagonistas, sus autos, los equipos… Una revolución sin actividad deportiva.
Los directivos de las categorías van dejando atrás la amargura y el ‘sinsabor’ de no poder llevar a cabo sus campeonatos, por la búsqueda de una buena planificación para el regreso.
Asombró a todos la declaración de Diego Tartúferi meses atrás cuando anticipaba que «en un 90% APPS no corre este año». El piloto-dirigente de la ciudad de Olavarría y su grupo de tareas, realizaron una lectura acertada del escenario, y pusieron proa a repensar un 2021 satisfactorio para las especialidades del sudeste.
Las Mayores también aguardan por lo que puede suceder, y en el camino van sumando protagonistas a sus filas. Vivarelli, López Islas, Cifarelli, entre otros, trabajan para sumarse a las potentes categorías. La cuenta pendiente para las divisionales del Sudeste es hacer pie en localidades importantes de la región, y para ello la dirigencia deberá aceitar la relación con algunos clubes. Tal vez el caso de Tandil sea el más comprometido, ya que la propia dirigencia del TAC manifestó luego del papelón ‘2019 ‘bajarle el pulgar’ a las Mayores. Aquella retirada, fue recibida como ‘un desprecio’ por el grupo de pilotos y colaboradores de las sierras que habían realizado un trabajo titánico en el circuito para poder recibir a dichas categorías, y una gran cachetada para el público de Tandil que se había apostado en las adyacencias del escenario. En síntesis, son varios los factores que serán decisivos a la hora de la vuelta a las pistas. Y el respeto al «soberano», será una de las claves.
Las divisionales de Karting también trabajan para el regreso. Directivos de AKTS hacen lo suyo, así como los del Karting Regional, que realizaron un certamen virtual durante la pandemia para mantener encendidos a sus protagonistas. AZK picó en punta en cuanto a los ensayos en un circuito y acelera las posibilidades de la vuelta.
Pero, la vedette del Karting en la provincia (y en el país), APPK, es la candidata a ‘explotar’ en el regreso de la actividad. La categoría regenteada por Paulo Roldán había realizado dos competencias antes de que se inicie el período de aislamiento en todo el país, con casi 110 protagonistas por fecha, y espectáculos magníficos tanto en La Virgen del Camino de Lobería como El Paraíso de Laprida. Con esos datos, aún hay esperanza en la dirigencia en poder culminar el campeonato 2020, pero esa posibilidad, con el paso del tiempo, comienza a debilitarse.
De todas maneras, hay ansiedad y ganas en sus protagonistas, y se sumarían nuevos pilotos a sus filas. Una administración seria, directivos responsables y una impecable organización, son algunos de los elementos que argumentan el éxito de APPK. La categoría ha marcado récords de inscriptos, incluso, en años en los que la economía del país se vio seriamente afectada, como en 2018 y 2019. Por eso, se vislumbra que cuando llegue el momento de volver a los escenarios, la categoría con anclaje en Olavarría, se seguirá fortaleciendo.
En la Federación Mar y Sierras, también hay ilusión en el reinicio de la actividad. La Promocional, la Monomarca, el TC 2000 del Atlántico y el TSC buscan imitar épocas de bonanza, en los que cada carrera era una gran fiesta del automovilismo. Desde sus dirigencias buscan seducir a nuevas figuras, y motivar también a los jóvenes que van dejando las divisionales del Karting. Claro que, su suerte estará atada a la posibilidad de una ‘buena temporada de verano’, ya que muchos de los pilotos de dichas categorías están radicados en la costa, y arman sus presupuestos a partir de lo que sucede en la temporada estival. De complicarse la situación sanitaria, y se deba restringir el ingreso de turistas a las localidades costeras, el futuro de las divisionales del Atlántico podría verse seriamente herido.
Las categorías regionales de Rally, estudian protocolos y posibilidades para poder llevar a cabo sus competencias. En este sentido, se chocan con las restricciones de transporte y el ‘pulgar para abajo’ de los municipios. De todas maneras, el desafío de ‘volver mejores’ es lo que tienen en mente las dirigencias, como la del ‘Rally Mar y Sierras’, que trabaja en reducir costos y sumar más protagonistas a su plantilla.
El caso de APAC, sea tal vez, uno de los más emblemáticos a la hora de marcar una nueva oportunidad. Luego de cuatro años con altibajos, la categoría culminó un discreto y competitivo 2019. La licencia de Edgardo Fernández, y la conducción circunstancial de Christian Miguel Romero, permitieron oxigenar las huestes de la divisional.
Ahora, el campeón 2002 de la categoría, se encuentra de vuelta al mando, pero con un co-equiper de relevancia en el automovilismo del sudeste de la provincia. El retorno de César Donati a los planos dirigenciales, esta vez como manager de la especialidad, ha tenido una gran recepción en los protagonistas de la popular categoría. Nuevas ideas, y la búsqueda de figuras que tenían sus autos guardados, se convirtieron en linea de trabajo. Carreras especiales, copa de invitados, protagonistas de renombre y el asentamiento de la especialidad en suelos conocidos, son algunos de los ejes de la renovada conducción.
En este sentido, la pandemia y el parate, permitieron consolidar el proyecto, y la posibilidad de seguir sumando figuras al grupo de pilotos. Es histórico para una categoría regional, que casi 15 campeones (entre la A y la B) sean partícipes de un mismo espectáculo. A saber: Eracarret, Castañino, Larroudé, Parrondo, Della Maggiora, Etchevarne, Walter, Alonso, Orsi, Barreiro, Costas, Di Fonzo, y alguno más que se está sumando por estas horas. A ellos, hay que sumarle volantes legendarios como Pedersen, Zumárraga, Castejón y Danessa, entre otros, jóvenes con un potencial increíble de escala nacional como Lucas Bayala, y pilotos con aquilatada experiencia en APAC, que retornan a la categoría, como Gastón Laucirica y Carlos ‘Lole’ Vallo. La frutilla del postre, la incorporación del otrora campeón de APAC, TSC y TC Pista, y actual piloto del Turismo Carretera, Lionel Matías Ugalde, con un Torino motorizado por Sergio Messa.
Claro que, la convocante especialidad del zonal, también genera amores y odios (envidias). APAC es una categoría que aún en momentos complicados se mantiene firme en la idiosincrasia de la gente. Hasta quienes nunca pisaron un circuito saben que es ‘APAC’. Salvando las distancias, comparable al Turismo Carretera. El Súper TC2000 puede ser la categoría más tecnológica de sudamérica y el Turismo Nacional puede brindar los mejores espectáculos de la Argentina, pero «el TC es el TC». Tal vez esa coincidencia, se de por la lucha histórica de marcas (Ford, Chevrolet, Dodge y Torino), o por el arraigo en ciudades fierreras de la provincia.
Lo cierto es que APAC se encuentra frente a un gran desafío. El movimiento tallerista, pueblos completos entusiasmados detrás de un ‘embajador’, la adquisición de vehículos, la restauración de otros tantos, y el ‘run -run’ en la calle, pronostican buenos tiempos para la categoría.
El espectáculo de APAC seguirá siendo compartido por el TC del Sudeste y el Turismo Sport 1850. La divisional teceísta, con pergaminos en el automovilismo, sigue dando batalla a la hora de buscar estabilidad. ‘Tito’ Sagastibelza y su equipo, trabajan para que la categoría se afirme en los circuitos de la zona.
En tanto que, el TS es la categoría a observar. Un sostenido crecimiento argumentado en laboriosos directivos, bajos costos y compañerismo sin igual. Luego de una buena labor de Luis Toscano al frente de la categoría, el tandilense Juan Carlos Maffezzoli, trabajó a destajo para que la divisional se consolide. Y vaya si lo logró. El Turismo Sport 1850 ‘explotó’ la temporada anterior con un excelente parque de máquinas en cada competencia, y una mejora radical en cuanto a la competitividad, que era uno de los puntos a resolver por la categoría.
Si bien ‘Juanca’ sigue colaborando con la especialidad, la conducción de la categoría hoy está en manos de Marcela Pigini. La piloto de la ciudad de Mar del Plata, es una apasionada por el automovilismo deportivo, y una comprometida dirigente del zonal. Con humildad y respeto, pero también con actitud y fortaleza en sus decisiones, supo ganarse el afecto de sus pares, y se ha rodeado de un grupo que trabaja intensamente en seguir vigorizando la categoría. Las expectativas son buenas y la llegada de nuevos actores, marcan que el Turismo Sport podría llegar a encontrar un horizonte aún más alentador.
Párrafo a parte, para medios de comunicación y prensa, que por estos tiempos, con trabajo ininterrumpido e ingresos escasos, mantienen encendidas ‘las luces’ del automovilismo en período de inactividad.
Con ese cuadro de situación, las categorías de la región, planifican la post-pandemia y el regreso a las pistas. Incluso algunos entusiastas abren la posibilidad a nuevas categorías. El tiempo dirá.

R.M.S.

 

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