«Los gringos» pisaron fuerte en Necochea

El día amaneció nublado y con treinta y tres autos en la línea de partida, se desarrollaba la sexta «Vuelta de Necochea», una de las competencias más veloces del calendario teceista. Temporada con 35 carreras, incluido el Gran Premio Argentino, en el calendario de los carreteros. Ese 25 de Julio de 1965, se esperaban promedios altísimos en el «triángulo de la velocidad», y una vez más se ponían a prueba los motores, un verdadero banco de pruebas.

En la zona de largada, había varios acoplados cubiertos con toldos que conformaban las cabinas de las emisoras radiales que transmitían la clásica competencia, instaladas sobre la ruta 228, a quinientos metros del ingreso a Necochea por avenida 59, con notables periodistas de aquella época, entre ellos Andrés Rouco e Isidro González Longhi (avión de Carburando), Eduardo Emilio y J.J. D´Agostino por Radio Mitre, Carlos Alberto Legnani, “Tito” Rebagliatti, “Cholo” Calabrese, Eduardo Perez Trigás, entre otros.
Quien hacía un gran despliegue era el querido gordo “Tino” D’ Annunzio acompañado por el grupo de Deportes de Radio Necochea que regenteaba Alberto Corrales. Ellos conocían el paño y cada metro del veloz circuito, ubicando un puesto en cada ciudad o paraje, Energía, El Carretero, Tres Arroyos, González Cháves (ruta 3), La Rueda (Juárez), Cruce de La Dulce (Nicanor Olivera) y el puesto central sobre la ruta 228 en Necochea, alrededor de siete móviles brindaban los pasos de los autos. El día sábado LU 13 tenía montada una transmisión especial con todo lo que ocurría en la verificación técnica y luego en la particular Noche de Gala.

Acción en el «Triángulo»
En el primer paso por la localidad de Energía, largo tendido por la ruta 228, Jorge Cupeiro con el Chevitú de «Pepe» González, promediaba casi 230 kms, viajando con viento en contra, Carlos Loeffel con análoga preparación trataba de no perderle pisaba al ex-motociclista, aunque en poco más de 50 km le hacía 20 segundos al alemán.
El Gallego, exprimía al máximo el motor elaborado en Saenz Peña, luego estaban los Emiliozzi siempre expectantes, pero rápidos, a mas de 50 segundos, los cinco de avanzada los integraban el «Negro» Polinori de Viña Cañas y «Cacho» Faustino de muy buena carrera. En Tres Arroyos, al encarar la ruta nacional 3, y a pesar de levantar el ritmo, Cupeiro seguía acumulando ventajas sobre Loeffel, quien era acosado por la potente «Galera» de Olavarria.
Los aviones hacían maravillas para perseguir a los punteros, ya a esa altura de la competencia, había desertado Carlos «Sandy» Marincovich y por González Chávez comenzaban los problemas para el líder, un resorte de válvula roto, ponía al Chevrolet de Cupeiro en cinco cilindros.
Se acercaba Loeffel y los profesores de la capital del cemento, la historia tenía guardada nuevas alternativas. El resto de los actores, viajaban lejos, a más de 5 minutos. En el cruce de La Rueda (Benito Juarez), cambiaba la situación de la carrera, y es el «Tio Fritz» quien pasaba al frente con el Chevrolet que alistaban los Bellavigna a más de 206 km de media, mientras los «Gringos» transitaban cada vez más cerca, a esa altura había desaparecido Jorge Cupeiro.
En la ruta 86, pasando por La Dulce y el tramo a Necochea para cerrar el primer giro, Dante Emiliozzi ponía el resto, exprimiendo la salud del auto de Olavarría. Los top de los aviones marcaban la disputa entre el «moño» y el Ford, Loeffel no estaba dispuesto a dejar la punta de la carrera, en otro show los aviones trataban de seguir a los punteros. Cerrados los primeros 368,750 Kms, el cordobés superaba por algo más de 5 segundos a los Emilozzi que le habían descontado en el último tramo 12 segundos. La carrera estaba en llamas, el resto demasiado lejos. Antes de llegar a un nuevo paso por Energía, el motor de Loeffel comenzaba a sentir el rigor del combate, la misma falla que Cupeiro, resorte de válvula roto, los motores de los Bellavigna, sufrían el mismo problema.
Sin el «crédito» de Marcos Juárez, los campeones se encaminaban a un triunfo seguro, levantando el ritmo, por lo que descendía el promedio, el triunfo estaba cerca, para que arriesgar.
La victoria, era propiedad otra vez de los hermanos de Olavarría, como en el 63, cuando bajaron la barrera de los 200 kilómetros. Triunfo N° 39, para Dante José María, y Torcuato «Tito» Emiliozzi, en el «Triángulo de la Velocidad». Notable tarea de Gringos, que se iban afirmando en el extenso calendario 1965.

1º Dante Emiliozzi – Ford 3h 35m 52s 3/10 a 204,950 Kms/h.
2º Raúl Oscar Gougy- Chevrolet (Nueve de Julio) a 9m 40s 8/10,
3º Oscar «Cacho» Cordonnier–Chevrolet (Ayacucho) a 13m 23s 1/10
4º Julio Raúl Faustino-Chevrolet (Nueve de Julio) a 14m 4s 7/10
5º Norberto José E. Polinori – Chevrolet (Villa Cañas) a 14m 8s
6º Antonio O. Tempone – Ford (Mar del Plata) a 15m 6s 1/10
7º Juan Félix Luluaga – Chevrolet (Villa Cañas) a 16m 24s
8º Mario Tarducci – Chevrolet (Villa María) a 16m 32s 1/10
9º Héctor Rey – Ford (Avellaneda) a 27m 52s 2/10
10º Roque Spertino – Ford (Necochea) a 31m 43s 9/10
RV: Carlos W. Loëffel, 1h 45m 50s 8/10 a 209.000 Km/h-1ra vta.

 

 

* Nota de Luis Orlando Sanchez, Director de Vértigo Motorsport

 

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