La vigencia de un luchador
A Lionel Ugalde se lo nota feliz como pocas veces. En el autódromo «Oscar y Juan Gálvez» de Buenos Aires (10ª fecha anual del TC), el marplatense terminó quinto en su retorno a las pistas (Valentín Aguirre fue el ganador) y, así, concretó su labor más destacada desde el segundo puesto logrado en Centenario 2019. Entendible semejante efusividad, claro.
«El resultado es un premio para el equipo por todo lo que ha trabajado para esta carrera», remarcó un emocionado Ugalde. Con el Torino que atiende su propia estructura y motoriza Fabián Giustozzi, el subcampeón 2011 fue gran protagonista a lo largo del fin de semana porteño. Primero, por el cuarto lugar en la clasificación. Después, siendo segundo y quinto en la serie y la final, respectivamente.
«En la final me mantuve firme. A las Dodge me costó seguirlas, pero yo sabía que iba a ser difícil. Cuando faltaba poco para el banderazo, hubo algunos toques y peleamos posiciones. Y en el último relanzamiento perdí el podio, porque agarré tierra de despistes anteriores», analizó Ugalde sobre su performance en la manga principal. Sí, en un momento, Lío venía para subir al último escalón del estrado. Por poco (¡muy poquito!) no pudo ser.
«El auto anduvo bárbaro; de lo contrario, yo no podría haber estado ahí», sostuvo Ugalde, sin vueltas. Más aún, con una sonrisa mediante, este teceísta de ley argumentó su teoría al decir que «tengo 50 años y poco entrenamiento». ¡Pero si estás igual, Lío! «No me tiro abajo, es la verdad. Todavía me tengo fe para andar bien, pero el auto me ayudó un montón», completó.
«Quedamos muy entusiasmados», reconoció Ugalde en última instancia. La del fin de semana fue la sexta participación en 10 fechas y, según propias palabras, lo hecho en Buenos Aires estimula para seguir acelerando. «El auto anda muy bien y habría que tratar de aprovecharlo. Dependemos siempre del presupuesto, por eso este resultado nos puede ayudar a estar un poco mejor», pudo percibirse al respecto.
Nobleza obliga, vayamos al remate de Ugalde: «Quiero agradecer al equipo; como así también a la gente que me ayuda y a la barra de Torino que fue a hacernos el aguante». A disfrutar del momento.
(Textos: Claudio Barrueco)